El cambio climático, el encarecimiento de la mano de obra, la presión de la tierra para cultivos y la inflación de los productos básicos son algunos de los principales desafíos a los que se enfrenta el sector de caficultura, manifestó ayer Ric Rhinehart, director ejecutivo de la Specialty Coffee Association (SCA).
Durante la inauguración de la Cumbre Mundial del Café, el experto resaltó que el rubro en toda su cadena productiva necesita de la ciencia y tecnología porque, actualmente, se enfrenta a “una amenaza existencial”.
Este ultimato, explicó, se debe a que los cafetos son extremadamente sensibles a las variables atmosféricas, y tienen necesidades específicas de humedad, calor y suelo. “No hay duda de que las temperaturas han afectado al café no sólo por los cambios en condiciones climáticas inmediatas, sino por una mayor volatilidad en los patrones climáticos”, sostuvo.
Además, la caficultura se ha desarrollado en un contexto de condiciones económicas difíciles para los pequeños productores de todo el mundo. “El aumento de la presión sobre la mano de obra, el aumento de los costos de producción, la presión del uso de la tierra y el pensamiento de la población agrícola se han combinado para crear una situación totalmente insostenible, especialmente cuando se combina la volatilidad de precios y un lento mercado de productos básicos”, dijo.
No obstante, Rhinehart resaltó que no todo es negativo, ya que el consumo experimenta un importante crecimiento en mercados maduros y nuevos, y hay más relación entre el Estado y los productores.
El mercado externo aprecia al café salvadoreño
El director ejecutivo del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), Hugo Hernández, manifestó que la entidad se coordina directamente con la coordinadora para Latinoamérica y el Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (Clac), con quienes impulsan las condiciones de mercado para que el precio del producto se mantenga a niveles óptimos de mercado.
“A pesar de los precios en la bolsa de valores, el café salvadoreño se ha estado cotizando con diferenciales positivos, arriba de los $42 promedio por quintal en los últimos tres años”, agregó Hernández.
Aseguró que obedece a la calidad y prestigio del café del mercado internacional.