Con la nueva reducción en el monto que otorga el Gobierno salvadoreño en concepto de subsidio a la energía eléctrica, el Ejecutivo podría llegar a ahorrar hasta el 50 % de los $120 millones que necesita para cumplir con esta política social, según cálculos de Carlos Pérez, de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), quien además consideró la decisión como “un ajuste bastante drástico”.

“Viéndolo desde el punto de vista de liquidez fiscal va a contribuir a reducir el gasto del Gobierno porque significa una reducción importante. Por lo menos, 50 % del gasto del subsidio a la energía eléctrica se reduce. Pero no desde el punto de vista de los hogares que reciben el subsidio”, estimó el asesor económico del tanque de pensamiento.

Este mes, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, aprobó modificar el artículo 16-A y 16-B del reglamento de la Ley del Fondo de Inversión Social de Electricidad y Telefonía (FINET). De acuerdo a este decreto, vigente desde febrero, los hogares salvadoreños que consumen entre uno y 60 kilovatios/hora (kw/h) recibirán hasta $3 en subsidio, mientras que si el hogar consume entre 61 y 99 kw/h recibirá hasta $4.

Anteriormente, el Gobierno pagaba hasta el 89 % de la diferencia entre el precio real de la energía, y la referencia calculada con base a lo establecido en la ley del FINET.

En diferentes momentos, tanto organismos externos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), y sectores del quehacer económico y político de El Salvador han pedido al Ejecutivo reducir sus gastos. Siendo así, que el subsidio a la energía eléctrica es uno de los destinos que más canaliza los fondos públicos, “por lo tanto, a pesar que esto tiene un costo social también es un buen momento para hacerlo, dado que el precio de la energía eléctrica ha bajado en los últimos años producto de la reducción del precio del petróleo”, señaló el economista Luis Membreño.

Consideró que para tener una situación financiera sana y con una perspectiva a largo plazo “hay que ser consecuentes, hemos dicho durante mucho tiempo que se requiere recortes de gasto de parte del Gobierno, estos son los gastos que en realidad hacen la diferencia para que el Gobierno pueda ir reduciendo el déficit de las necesidades de financiamiento”, dijo.

Para Juan José Urbina, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), esta acción estaría liberando “un poco de presión sobre la necesidad de contratar deuda de corto plazo”, porque “se necesitan medidas con una visión de mediano y largo plazo, que no solo busquen la sanidad de las finanzas públicas, sino que permitan la construcción de mejores condiciones”.

Ayer, durante una entrevista matutina, el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, dijo que “en el Gobierno necesitamos ajustar las finanzas públicas y, por otro lado, necesitamos establecer prioridad”.

Asimismo, aseguró que el Ejecutivo sostendrá el subsidio a otros servicios pero “obviamente siempre debe de haber una política de racionalidad, asegurando que lo reciba quien lo merece”, añadió.

Chicas consideró también que con este recorte los hogares salvadoreños tendrán que reducir sus actividades para ahorrar en la factura.