Con datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), la UCA señala que, entre 2011 y 2016, más de la mitad de las mujeres ocupadas se desempeñan en el mercado laboral informal, mientras la participación de los hombres ha tendido a descender.
En 2011, el 55.97 % de las mujeres ocupadas laboraban en el sector informal, frente al 43.86 % de los hombres, una tendencia que se mantuvo en niveles similares en los siguientes cuatro años: mujeres por arriba del 50 % y los hombres en torno al 40 %.
En 2015, los mujeres en el sector informal representaron el 47.53 % de las ocupadas y los hombres el 38.05 %. Un año después, en 2016, la población femenina aumentó a 48.84 % y la masculina, sin embargo, disminuyó 37.53 %. Significa que “la exclusión del mercado laboral de las mujeres provoca que se inserten en el sector informal de la economía”, concluyó el estudio “Análisis Socioeconómico de El Salvador 2017”, de la UCA.
Además, destacó que por cada 100 mujeres ocupadas solo 35 tendría prestaciones legales, como la cotización al Instituto Salvadoreño de Seguridad Social (ISSS) o hacia un fondo de pensiones.
Bajos salarios
Siempre con datos de la última EHPM, la UCA indicó que el promedio del salario recibido por una mujer es $56.34 menor que el sueldo de un hombre y, pese a ello, la brecha salarial ha incrementado $8.9 de 2011 a 2016, al pasar de $47.44 a los mencionados $56.34 de 2016.
La diferencia entre los salarios ocurre en todos los niveles de escolaridad. Por ejemplo, las mujeres que tienen 13 o más años de estudio ganan $516.3 al mes, pero los hombres con ese mismo nivel educativo reciben $606.6.
Las mujeres sin ningún nivel educativo ganan en promedio $157 al mes y los hombres $184.1.
“Estas desigualdades en el mercado de trabajo, en los niveles salariales, en el no reconocimiento económico del trabajo doméstico y de cuidados, en el acceso y control de los recursos económicos y productivos, significan para las mujeres mayores niveles de pobreza”, indicó la UCA en su informe Análisis Socioeconómico.