A este tipo de café también se le conoce como de microlotes. Se consideran exclusivos en el mercado internacional por provenir de fincas que los cultivan en microclimas y por lo general pertenecen a pequeños productores, quienes aplican mejores técnicas de cuidado a nivel agrícola, industrial y de procesamiento.
Asimismo, por ser pequeñas fincas, el productor selecciona el corte del café en su punto de maduración más óptimo y el procesamiento se realiza en camas africanas, secado miel (conocido como honey) o natural. Estas características generan calidad en el grano y es de mayor demanda en el mercado especial.
En El Salvador, las exportaciones de esta variedad para la cosecha 2016-2017 fueron 27.1 millones de quintales de café oro uva provenientes de 1,082 microlotes. Esto equivale a un crecimiento del 247.44 % comparado con el ejercicio 2008-2009, según el CSC.
Las estadísticas de las instituciones revelan que en 2009 las exportaciones de café de alta calidad representaron 7.8 millones de quintales, originarios de 239 microlotes. Comparado con 2017, la venta al exterior de esta variedad incrementó en 19.3 millones.
Crecimiento
Las exportaciones del café de calidad comenzaron a crecer en la cosecha 2009-2010, cuando se comercializaron 8.8 millones de quintales. Luego, en el ejercicio 2010-2011 creció a 11.7 millones y en la siguiente cosecha alcanzó los 16 millones.
En 2013, las exportaciones llegaron a 19.2 millones, mientras que para 2014 sufrió un descenso a 15.5 millones que luego logró recuperar en el siguiente período con la venta de 19.8 millones. En la cosecha 2015-2016 se exportaron 24.6 millones, en el ciclo 2016-2017 fueron 27.1 millones de quintales.
Hugo Hernández, director ejecutivo del CSC, enfatizó que el precio promedio de este tipo de café aumentó en los últimos nueve años en 24.4 %, pues en 2009 el costo por quintal era de $252.25 y en 2017 alcanzó $333.80, es decir, $81.55 adicionales.
Destacó que el principal destino de estas variedades es Europa, y Reino Unido figura como el mayor comprador con el 59.4 % del total de exportaciones.
“Nosotros tenemos condiciones para producir microlotes y se está haciendo. Por otro lado, el mercado está creciendo en demanda de este tipo de café (…). No es necesario que todo el café de El Salvador se coloque como microlote porque ésta es una opción más de comercialización”, manifestó Hernández.