En el informe “Perspectivas 2018 de los bancos latinoamericanos”, la agencia vaticina que continuarán creciendo los depósitos de la banca salvadoreña, gracias a mayores flujos de remesas familiares. Este escenario contribuirá a que el sistema financiero del país mantenga buenos niveles de liquidez.
“La estabilidad de los depósitos y mayores opciones de inversión, mismas que están disponibles luego de un acuerdo bilateral entre las bolsas de valores de El Salvador y Panamá, podría incentivar la diversificación de los activos líquidos del sistema bancario”, indicó Fitch.
Sin embargo, los títulos públicos parece que no formarían parte de las alternativas. “Es poco probable que los bancos incrementen su mayor exposición en deuda soberana emitida por el Gobierno salvadoreño”, señaló la calificadora.
La directora de Instituciones Financieras para Fitch Ratings en El Salvador, Marcela Galicia, explicó a Diario El Mundo que “el default del Gobierno en las obligaciones previsionales redujo el apetito de la banca para invertir en Letes (Letras del Tesoro Público)”.
En abril del año pasado, el Estado falló en pagar a tiempo $56.6 millones en servicio de deuda de los Certificados de Inversión Previsional (CIP), instrumentos públicos que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) están obligadas a comprar con los ahorros de sus cotizantes.
La banca salvadoreña constituye el principal comprador de Letes. Hasta diciembre de 2016, añadió Galicia, estos títulos representaron el 18 % de los activos líquidos de la banca, pero esta exposición se redujo al 13 % en noviembre del año pasado. El punto más se reportó en marzo de 2017, cuando llegó al 11 %.
Hasta noviembre del año pasado, el saldo de la deuda en Letes alcanzó los $907 millones, indican datos del Banco Central de Reserva (BCR) citados por Fitch.
Préstamos crecerían 5 %
En cuanto a sus perspectivas para la banca salvadoreña, la calificadora indicó que este año los préstamos mantendrían tasas de crecimiento similares a las reportadas en 2017, en torno al 5 %.
El comportamiento de los préstamos depende del crecimiento económico y dado que para este año se espera un desempeño parecido al de 2017, con un avance del 2.4 %, los créditos no mostrarían un mayor repunte, explicó la agencia.
“El crecimiento crediticio será conducido en igual medida por los segmentos de crédito corporativo y de consumo, ya que los bancos muestran un apetito moderado por crédito de consumo sin garantía”, añadió.
Los datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), divulgados en los primeros días de este mes, muestran que la cartera de créditos total del sistema financiero cerró 2017 en $13,026.3 millones, 5 % más ($585.84 millones) que en 2016, cuando alcanzó $12,440.46 millones.
Los préstamos para consumo totalizaron $4,514.8 millones, 5.7 % más que en 2016, mientras los productivos representaron $5,925.9 millones, 5.4 % más.