La pandemia del covid-19 no solo ocasionará que la economía salvadoreña caiga como no lo había hecho desde el Conflicto Armado, sino que sus secuelas durarán al menos hasta 2023, año en que El Salvador podría volver a recuperar los niveles de riqueza pre-pandemia, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo prevé que El Salvador sufra una caída del -9 % de su Producto Interno Bruto (PIB) en 2020. Esta es la peor proyección anticipada para la economía salvadoreña frente a la oficial del Gobierno entre -6.5 % y -8.5 % o al -8.7 % previsto por el Banco Mundial.
El PIB es el flujo total de bienes y servicios producidos por la economía en un determinado período. Para 2020, esa producción será menor debido a que el país estuvo en confinamiento durante cinco meses que empujó al cierre de empresas y despidos.
La proyección actualizada esta semana por el FMI apunta a que el PIB llegará a $23,154 millones al término de 2020, significa que la producción de bienes y servicios del país caerá unos $2,285 millones frente a los $25,439 millones de 2019.
El PIB esperado para este año retrocedería a niveles como de 2015, cuando, según el FMI, cerró en $23,135 millones.
En tanto, para el organismo internacional, la generación de riqueza observada el año pasado se volverá a recuperar hasta en 2023, dentro de tres años, cuando la economía salvadoreña alcance un PIB de $25,557 millones.
¿Significa que la economía no crecerá? El cálculo de crecimiento económico se realiza sobre el Producto Interno Bruto de cada año, así el FMI prevé que en 2021 el PIB sea de $24,090 millones. Frente a cómo se pronostica que cierre en 2020, mostraría un crecimiento de 4 % y será $936 millones adicionales.
El pronóstico del FMI es que la economía continúe con fase expansiva y llegue a $24,861 millones en 2022 y para 2023 a $25,557 millones. Si no hay crisis, el país sí continuará creciendo, pero se recuperará el nivel de producción mostrado en 2019 dentro de tres años.
Se asume que la recuperación económica no es un proceso automático, indicó Rommel Rodríguez, del área de Macroeconomía de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), quien prevé que hayan trabajadores que no encuentren empleo en el corto plazo o empresas que no puedan abrir.
Así como el FMI ha advertido que las proyecciones están en “gran incertidumbre” por el riesgo de rebrotes de contagios, Rodríguez aseguró que “no sabemos cuánto va a tomar el proceso de recuperación” ni el tiempo que se extienda la pandemia.
Este rebote es hidráulico (…) Estamos en la incertidumbre, no sabemos cuánto va a tomar el proceso de recuperación”.
Rommel Rodríguez
Economista de Funde
Creo que limitaría (elecciones) bastante la inversión en el 2021 y eso imposibilitaría llegar a un crecimiento tan fuerte”.
Luis Membreño
Economista
Una recuperación condicionada
El Fondo Monetario prevé que El Salvador y Panamá sean los más golpeados de Centroamérica y para ambas naciones advierte una contracción de -9 % en 2020. La “gran diferencia” es que la economía panameña no está tan endeudada como la salvadoreña, aseguró el economista Luis Membreño.
El FMI espera que todas las economías se recuperen en 2021, con excepción de Nicaragua, por el esperado “rebote”. “En condiciones normales, sí uno pudiera pensar que un crecimiento fuerte del 4 % (la proyección del FMI) sería factible. El problema es que El Salvador tiene condiciones excepcionales para el próximo año en el sentido que tiene elecciones”, afirmó el economista.
Una situación fiscal más complicada para El Salvador más un proceso electoral -legislativa y municipales- para febrero de 2021, condicionarían la recuperación.
El economista prevé una inversión privada nacional y extranjera condicionada a la expectativa del equilibrio de poderes tras las elecciones.