Fomilenio II anunció este martes que suspendió cinco obras aún en ejecución por falta de asignación de recursos y advirtió que El Salvador se encuentra al borde de incumplir el Convenio del Reto del Milenio que se suscribió con la estadounidense Corporación del Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés).
El programa de Fomilenio II se creó para administrar $277 millones de la MCC, adscripta al Congreso estadounidense, más una contrapartida de $88.20 millones.
El convenio establecía como inicio el 9 de septiembre de 2015 y de cierre el 9 de septiembre de 2020, fecha máxima para recibir fondos de MCC y los proyectos que aún se encuentran en ejecución deben ser terminados con los recursos asignados por el Gobierno de El Salvador hasta el 7 de enero de 2021.
Sin embargo, la contrapartida estatal no se encontraba en el presupuesto de 2020 y, tras una serie de gestiones en los últimos meses en la Asamblea Legislativa, se aprobó la semana pasada asignarle $50 millones. Fomilenio II anunció este día, mediante un comunicado difundido en medios escritos, que el lunes 30 de noviembre el Ministerio de Hacienda les notificó que los recursos no están disponibles porque fueron aprobados para otros destinos.
Fomilenio II anunció que, al no contar con fondos, suspendió:
- Periférico Claudia Lars (entre la carretera a Santa Ana y la Sonsonate)
- El recinto fronterizo El Amatillo en La Unión
- El recinto de Anguiatú, en Santa Ana
- El sistema de riesgo de El Paisnal, en San Salvador
- Los centros escolares San Antonio, en Concepción Batres, Usulután.
"Estos proyectos podrían ser reactivados para su finalización, únicamente, si antes del 7 de diciembre próximo los fondos requeridos son asignados al presupuesto de Fomilenio II", advirtió Fomilenio II.
De lo contrario, las consecuencias serían desastrosas ya que el país fallaría en aportar el financiamiento oportuno tanto para honrar los compromisos adquiridos contractuales, como para cumplir las obligaciones comprometidas con el convenio".
Fomilenio II
Comunicado
La institución advirtió además que no cumplir con estos proyectos colocaría a El Salvador en la lista de países que no pueden honrar sus compromisos.
Claves de la crisis de Fomilenio II.
El convenio del compacto establece que los proyectos en ejecución al finalizar el plazo para recibir fondos de MCC deben ser completados por la contrapartida del Gobierno salvadoreño.
Estos recursos nunca se incluyeron en el presupuesto de la nación y para este año, según explicaciones de Fomilenio II, el Ministerio de Hacienda se comprometió a asignar el financiamiento en marzo pasado pero el proceso se retrasó por la pandemia del covid-19.
En julio, el compacto elevó las alarmas pidiendo recursos, de $70 millones, pues se encontraba en la recta final para cerrar y necesitaba asegurar los recursos para los proyectos aún en ejecución. Así, el Gobierno pidió a la Asamblea Legislativa destinar $55 millones de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que fue aprobado, pero falta ratificación.
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Así, tras un nuevo llamado de urgencia de Fomilenio II de que se encontraba al límite para la asignación de recursos, los diputados aprobaron la semana pasada una reforma al decreto 640 que le permite al Gobierno emitir $1,000 millones de los cuales $600 millones se destinarían para el fideicomiso de recuperación económica y $400 millones de refuerzo presupuestario.
La reforma aprobada por la Asamblea establece una redistribución de los $400 millones de refuerzo presupuestario al Estado para asignar $288 millones al pago de Fodes, $16 millones para el pago de los beneficios de veteranos y excombatientes del conflicto armado, $45 millones para obligaciones de proveedores y $50 millones para la contrapartida de Fomilenio II.
Mientras que para la Asamblea Legislativa la reforma al decreto era necesaria, el presidente de la República, Nayib Bukele, adelantó el mismo día que se aprobó que la vetaría.
Fomilenio II aún tiene pendiente la asignación de $20 millones de la deuda (contrapartida y devolución de impuestos), más un faltante de $35 millones de los recursos no ejecutados de la donación de MCC antes del 9 de septiembre más sobrecostos relacionados con el impacto de la pandemia.