La decisión del actual Gobierno de dejar al próximo Ejecutivo la aplicación del ajuste fiscal recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una solución cómoda, señaló ayer Carolina Alas de Franco, investigadora del Departamento de Estudios Económicos de Fusades.

Un reporte del FMI recomienda a El Salvador emprender un ajuste fiscal del 2 % del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2019 y 2020. Sobre esto, tanto el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, como Roberto Lorenzana, secretario de Comunicaciones de Presidencia, han asegurado que la medida debe ser aplicada hasta la próxima administración.

Al respecto, la especialista de Fusades enfatizó que el ajuste fiscal se ha necesitado desde hace varios años y en la medida que se posterga su costo tiende a aumentar. “Estamos ya en el último año prácticamente de este Gobierno. Es un año electoral, un año en el cual la tensión de aumentar el gasto es muy grande, y es muy fácil y una situación muy cómoda decir es hasta el otro Gobierno”, manifestó la analista.