La paralización de la actividad económica en El Salvador pone en riesgo el 37.9 % de la producción nacional de bienes y servicios, medida a través del Producto Interno Bruto (PIB), advirtió el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
El tanque de pensamiento presentó ayer su informe de Perfiles Macrofiscales de Centroamérica, una serie de datos en la que Abelardo Medina Bermejo, economista coordinador del Área de Análisis Macrofiscal del ICEFI, destacó que, previó a la pandemia del nuevo coronavirus, la región ya enfrentaba “una franca” reducción en la velocidad del crecimiento económico en 1.6 % en 2019, muy por debajo del 4.1 % que se observó en 2015 o el 4 % de 2017.
Aunque los países explicaron este menor desempeño por la disminución de los precios de materias primas y el efecto de la guerra comercial, liderada por Estados Unidos y China desde 2017, para el ICEFI “en la práctica” esas bajas tasas de la actividad económica estuvieron influenciadas de manera significativa por factores políticos y electorales. Sin embargo, para 2020 se esperaba una recuperación de 3 %, escenarios opacados por el brote del COVID-19.
La institución destacó que para El Salvador se esperaba, antes de la pandemia, un crecimiento de 2.5 % para 2020. Con el golpe de la crisis, ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una recesión económica de -5.4 % y el Banco Mundial proyecta una caída de -4.3 %.
Aunque el efecto es impredecible, aseguró Bermejo, para El Salvador el 37.9 % del PIB está en riesgo por la reducción de actividades específicas. Esta proyección incluye el desplome del sector turismo, los ingresos de remesas familiares y la caída de exportaciones.
¿Cómo podría afectar?
Tomando las previsiones de los organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, el ECEFI señaló que las actividades turísticas se verían afectados en -4.9 %. El Ministerio de Turismo (Mitur) prevé que la crisis deje pérdidas al sector por $440 millones, en tanto el FMI pronostica una reducción de $1,000 millones.
Se prevé de igual manera una reducción de 18.8 % de las remesas familias. Estos ingresos representaron al cierre de 2019 un monto de $5,650.2 millones, es decir, que un desplome de esta magnitud significaría una reducción de más de $1,000 millones para los hogares receptores.
El tercer sector más afectado sería el comercio exterior, con una proyección de una caída del 14.2 %. El rubro dejó a la economía nacional ingresos por $5,943.3 millones en 2019. Si se cumple esta previsión de afectaciones, el desplome significaría una pérdida superior a los $830 millones.
El economista del ICEFI destacó que de Centroamérica el país con mayor riesgo es Honduras con un 60.1 % de su PIB, le sigue Panamá con una afectación del 46.4 %. Nicaragua, en tanto, sería afectada en el 38.5 %, Guatemala en el 31.1 % y Costa Rica en 22.7 %.
El experto advirtió que la crisis pondrá a prueba la capacidad de los Estado para atender la demanda sanitaria de la región, así como garantizar la gobernabilidad de corto plazo en un entorno con una contracción de ingresos por la caída de recaudación tributaria y la exigencia de deuda pública.