En 2016, como hace una década, al menos 38 de cada 100 salvadoreños viven en condiciones de pobreza. Así lo establece un estudio presentado ayer por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
Según los datos recogidos en el Informe de Coyuntura Social 2016-2017 del Departamento de Estudios Sociales de Fusades, en El Salvador no ha habido una reducción gradual y sostenida de la pobreza desde hace diez años.
La directora del Departamento de Estudios Sociales (DES) de Fusades, Helga Cuéllar, manifestó que, si bien es cierto la pobreza extrema disminuyó de 32.6 % en 1991 a 9.9 % en este año; la superación de la misma, tanto en términos de pobreza relativa como extrema, se estancó desde 2006.
El informe refleja que hace diez años un 12.5 % de la población no podía costear su alimentación, una cifra mucho más alta que la actual, menor al 10 %.
Sin embargo, la investigadora de DES de Fusades, Gabriela Góchez, afirmó que “aunque en este momento hay menos personas en pobreza extrema, hay más en pobreza relativa”, y explicó que más personas pueden costear los precios de la canasta básica “pero tienen otro tipo de carencias y necesidades”. En 2006, un 25.5 % vivía en pobreza relativa. Actualmente, es el 28.3 % de la población.