El mundo cambia, y con ello el comportamiento humano y la forma de hacer negocios se transforman al ritmo de tres principales fuerzas, las cuales, según un estudio realizado por la firma global EY, “Building a better working world”, se resumen en tecnología, globalización y cambios demográficos.

El estudio fue elaborado por el Centro de Estudios de EY, firma líder en servicios de consultoría, auditoría, impuestos, transacciones y temas legales. Éste analizó cómo la disrupción genera una relación entre esas fuerzas y, a su vez, suscita ocho megatendencias que por su impacto global darán pauta para transformar la industria, modelos de negocios y la vida de las personas.

René Arce, socio director de EY El Salvador, explicó que estas megatendencias son impulsadas, en su mayoría, por la inversión extranjera directa, porque mueven el capital hacia el desarrollo de tecnología y permite una apertura a los mercados. “En la medida en que se entienda, vamos a tener la capacidad de ser más eficientes para el futuro. Si no vamos en camino de ser un país o un Estado fallido; el que no puede cumplir las necesidades de las personas”, comentó.

Redefinición de la industria

Ante el desplazamiento de las empresas de trayectoria, éstas deben buscar la oportunidad para diversificar y consolidar sus procesos de producción a través de la colaboración intersectorial, las alianzas y las adquisiciones. Las compañías deben inyectar nuevos esquemas tecnológicos.

El futuro de la inteligencia

El término “smart” ha transformado el modo de concebir la realidad y continuará a través de la robótica e inteligencia artificial. En 2015, para el desarrollo de la inteligencia artificial se invirtió $310 millones. Para la robótica se proyecta una inversión de $67 millones en 2020.

El futuro del trabajo

Según el Foro Económico Mundial (FEM), la afluencia de impulsores tecnológicos, socioeconómicos y demográficos desplazarán 5.1 millones de empleos en 15 economías para el 2020. Esto significa que la disrupción digital desplaza diferentes puestos de trabajo, pero genera nuevas formas laborales.

Revolución del comportamiento

Las enfermedades crónicas, el cambio climático y la deuda pública derivan del comportamiento del ser humano. Estos factores llevan a un primer plano a la economía conductual, disciplina que estudia al humano frente a las decisiones económicas y los efectos que tiene en los tejidos socioeconómicos.

Un consumidor con más poder

El consumidor es más exigente ya que tiene mayor información sobre los productos y espera una atención personalizada de las empresas. Los clientes en línea tienden a valorar más la opinión de otros usuarios, además quieren el mismo poder que los proveedores y distribuidores.

Un mundo cada vez más urbano

Para 2050, el mundo será dos tercios urbano y un tercio rural. Este cambio traerá efectos sobre la geopolítica, la gobernabilidad y los planes corporativos, para ello se deben crear megaciudades que den respuesta a las necesidades de la población, que sean inteligentes y resistentes al cambio climático.

Reinvención de la sanidad

El FEM calcula que entre 2010 y 2030, los gobiernos gastarán $47 trillones para tratar enfermedades crónicas. Esta tendencia busca llevar a la población a un nivel de Salud 2.0, un modelo donde los pacientes dejan de ser receptores pasivos y pasan a ser activos en la gestión de su salud.

Planeta con recursos

Cambiar la manera de cómo el mundo produce y consume sus recursos requiere una estimulación en la optimización e innovación de recursos para que las compañías aceleren un cambio hacia una economía baja en carbono, el fomento de la energía renovable y una reforma en los mercados de agua.