Este jueves, el padre Mucci recibirá el Premio Benefactor otorgado por la ASI. / Diego García


El padre Flavián Mucci no duda en externar su cariño por los salvadoreños, un pueblo por el que ha trabajado 50 años, liderando programas sociales, y por los cuales será reconocido este 8 de junio con el Premio Benefactor, otorgado por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).

“Yo amo mucho a El Salvador y me enamoré de este pueblo porque ustedes me enseñaron cómo vivir”, dijo ayer a un grupo de periodistas.

Este 8 de junio, la gremial entregará los Premios ASI 2017, una presea que se otorga a empresarios o empresas que se detacan por su trayectoria, y aporte económico y social. En esta ceremonia, se presentará también el Premio Emprendedor y el Premio Empresario Benefactor, siendo galardonado este año el padre Mucci por su trabajo en la Asociación Ágape de El Salvador.

El padre Mucci llegó a El Salvador el 9 de julio de 1967. Han transcurrido cinco décadas y con plena convicción aseguró que “me enamoré de este pueblo”, ya que “se goza de cosas tan sencillas” y “yo aprendí un montón de cosas de ustedes. Ustedes me enseñaron a mí cómo vivir. Hasta los niños me enseñaron qué tenía que hacer como sacerdote. Ustedes son muy extraordinarios. Voy a morir aquí”, enfatizó.

Nació el 1 de marzo de 1935, en Boston, Estados Unidos. Tras la muerte de su padre, su familia perdió sus bienes materiales y vivieron en pobreza. Amante de los Red Sox de Boston, de niño quería ser jugador de béisbol profesional.

A los 17 años, tras finalizar la secundaria, buscó un empleo y fue contratado por un grupo de monjas. En ese tiempo, el padre Mucci decidió convertirse en sacerdote, aunque “nunca pensé en ser sacerdote, pero así soy. Tomo una decisión rápido y de allí estoy en camino”, dijo.

Fue ordenado sacerdote el 5 de junio de 1963. Recibió tres opciones, según recuerda: irse a parroquias, colegios o a Centroamérica. El padre Mucci fue enviado a Honduras, y “fue el susto más grande de mi vida” porque no había agua ni energía eléctrica, y no hablaba español. Luego, fue trasladado a Jutiapa, Guatemala.

Con el tiempo y por su trabajo, lo quisieron nombrar obispo pero se negó y pidió que buscaran otro sacerdote más espiritual porque “yo soy constructor”.

Posteriormente, el padre Mucci fue trasladado a Sonsonate. Al llegar, observó la necesidad de educación y salud, y así confirmó su devoción de ayudar a “los más pobres porque yo era pobre. Cuando la gente me decía que no tenía que comer, yo entendía”.

Hace 39 años, fundó la Asociación Ágape El Salvador, con la cual acercó un mejor sistema de educación, salud, alimentación y el evangelio a la sociedad salvadoreña.

 

Los últimos reconocimientos

 

Presea “Ad Vitam” por Fusades en 2016

Premio de Cultura la Cruz de Santiago 2016

Premio Nacional de Turismo 2015

Reconocimiento del Programa Cívico del Banco Industrial, 2015

Premio valores familiares de Iglesia de Jesucristo de los Santos de Últimos Días, 2014

Appreciation Award, en 2013

Honor al Mérito, 2012

Amigo Distinguido por el Comité Pro Mejoramiento de Yucuaiquín, 2012

 

 

50 Años

Tiene el padre Flavián Mucci de vivir en El Salvador, tras su llegada un 9 de julio de 1967. Nació en 1935.

 

50 Galardonados

El Premio ASI se ha entregado a más de 50 empresarios o empresas desde su creación, en 1959, informó la gremial.