José Sette, director de la OIC, aseguró sentirse optimista de los avances en la renovación del parque cafetalero de El Salvador. / Wilson Urbina


El cambio climático es uno de los principales riesgos para el desarrollo de la caficultura, pero los estragos ocasionados por este fenómeno afectarían mayormente a los productores en pequeña escala, según la Organización Internacional del Café (OIC).

José Sette, director ejecutivo de la OIC, indicó que la mayoría de países productores de café son vulnerables a los efectos del cambio climático por el brote de plagas y enfermedades, como la roya. Indicó que este fenómeno impacta en la fisiología del cultivo, y se refleja en las etapas de floración y fructificación de la planta.

Además, por el incremento en las temperaturas y la variabilidad de la lluvia, algunas regiones ya no pueden ser cultivadas.

Según algunos estudio científicos, citados por Sette, para 2050 el cambio climático habría generado que un 50 % de la superficie actual de café ya no serán idóneas para la producción. Sin embargo, el experto consideró que “hay que ver esto con mucha cautela” y “los especialistas del café creen que hay maneras de mitigar el efecto”.

Consideró que el cambio climático se puede observar a través del incremento de temperaturas y la propagación de enfermedades en las plantas. Por ejemplo, en 2013 se registró el brote más grande del hongo de la roya en la región de Mesoamérica.

Se estima que durante ese año más del 50 % de la zona cafetalera sufrió efectos de roya, y se perdieron alrededor de 375,000 empleos. Además, las pérdidas económicas fueron de hasta $500 millones.