Acafesal presentó ayer el balance del año cafetalero 2017, en donde plantearon cuáles son las principales deudas del Gobierno con este sector, en los que incluyen la falta de barreras comerciales a la importación del café y de leyes para regular la transformación de la cereza al café pergamino, es decir, el beneficiado de café.
Durante la producción del café, el beneficio húmedo incluye las etapas de despulpado, fermentado y secado, para luego ser transformado a café oro o verde en el beneficio seco.
Según estimó Hidalgo, el actual costo del cánon de transformación varía, pero en la mayoría de los casos puede llegar a unos $60 el quintal.
“El costo que están cobrando los beneficios y cooperativas anda por los $60 o más. Este costo, para los que procesamos café, anda por los $20. ¿Ese diferencial que se cobra dónde queda?”, cuestionó el presidente de Acafesal.
No obstante, el gerente general de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé), Marcelino Samayoa, aseguró que el beneficio del café es irregulable y deberían contemplarse otras opciones.
“No existe un artículo con tantas posibilidades como el café. Si no les gusta el servicio de su beneficiario, solo deberían cambiarlo”, manifestó.