El Salvador ha desacelerado su ritmo para avanzar en el desarrollo humano de su población en la última década, destaca un informe que publica hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Un estudio que revela por primera vez el surgimiento de una “nueva generación de desigualdades”, en torno a educación, transformación tecnológica y cambio climático.
La agencia de Naciones Unidas publica cada año su informe sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), una metodología que mide a los países del mundo por sus avances en lograr que su población disfrute una vida larga y saludable, acceso a educación y nivel de vida digno. La edición de este año se enfoca en “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”.
El PNUD indica que el IDH de El Salvador aumentó 0.138 puntos en 28 años, al pasar de 0.529 en 1990 a 0.667 en 2018. Esto equivale a un avance de 26 % y es un nivel mayor al promedio mundial, por 22.4 %, y al resultado de América Latina y el Caribe en 20.8 %.
Pese a ese progreso, destaca el PNUD, el ritmo al que se mejora el desarrollo de los salvadoreños se ha reducido en los últimos 10 años. El Salvador logró que su IDH creciera entre 1990 y 2000 a una tasa promedio de 1.4 %, luego de 2000 a 2010 el desempeño se colocó en 0.82 % y, en el período de 2010 a 2018, el avance fue de 0.14 %.
El Salvador se colocó en el informe de este año, cuyas estadísticas responden a 2018, en la posición 124 de los 189 países considerados en el índice. Mantiene el mismo peldaño que en 2017 y su avance es de 0.002, al pasar de 0.665 hace dos año a 0.667 en 2018.
Nuevas desigualdades
El informe global del PNUD destaca que “está surgiendo una nueva generación de desigualdades”, en cuanto al acceso a la educación, a la transformación tecnológica y el cambio climático. “De no ser bien gestionadas”, estas últimas dos dimensiones podrían provocar “una gran divergencia en la sociedad no vista desde la revolución industrial”, advierte la agencia.
La institución plantea que las suscripciones a servicios de banda ancha fija en los países con IDH alto crece a un ritmo 15 veces más alto que las naciones con IDH bajo, como El Salvador. “Aspectos que solían considerarse como ‘deseables’, como ir a la universidad o disponer de Internet, son cada vez más importantes para acceder a las oportunidades del mundo actual”, indicó Pedro Conceição, director del equipo del PNUD.
“Quien solo tiene acceso a lo básico se enfrente a problemas para avanzar y progresar en su futuro”, sumó.