Para economías como la salvadoreña, las autoridades y el sector privado deberían apostarle a innovar y sofisticar la forma de hacer negocios si quieren salir adelante y poder competir con el resto del mundo, destacó Víctor Umaña, director del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS).

Sin embargo, “innovar no consiste en producir cosas totalmente nuevas, sino en cerrar la brecha de conocimiento en algunas áreas. Por ejemplo, adaptar una tecnología, la posibilidad de encontrar un mercado distinto para un producto o una línea de producción nueva”, agregó.

Umaña analizó los resultados para El Salvador del Índice de Competitividad Global (ICG) de 2016 que realizó el Foro Económico Mundial (FEM), del cual Clacds es socio local y recoge los datos de varios países de la región latinoamericana.

En el último informe, El Salvador perdió 10 escalones al pasar de la posición 95 al puesto 105.

Ante ese panorama, Umaña comentó que las autoridades deben apostarle a la educación muldisciplinaria que permita formarse en habilidades pensando en el futuro; porque, según dijo, “los jóvenes estarán en desventaja en un mercado de trabajo cada vez más globalizado”.



Problemas

Según Umaña, la posición de El Salvador se debe por problemas en la institucionalidad, corrupción, la falta de estabilidad macroeconómica y la inseguridad.

El director del CLACDS recomendó que se debe hacer cambios en la gestión pública y privada que permitan cerrar las brechas con los países más avanzados.

“Se requiere la participación de un tercero, pero no me refiero al Estado necesariamente. No es el Estado el que tiene que venir a resolver las cosas, pero sí las asociaciones públicas privadas y las organizaciones del sector privado pueden tomar las riendas”, agregó el experto del CLACDS.

 

LAS PRINCIPALES TRABAS



SEGURIDAD

De acuerdo al ICG 2016, la seguridad ciudadana es uno de los principales problemas que afecta la economía salvadoreña, y ésta repercute en la competitividad del país.

 

CORRUPCIÓN

El sector empresarial y la ciudadanía en general han perdido la confianza en el sector político, esto relacionado al desvío de los fondos públicos, regulaciones gubernamentales y transparencia.

 

BUROCRACIA

Los engorrosos trámites para establecer una empresa o para el comercio exterior repercuten en la estabilidad macroeconómica, al cambiarse constantemente los lineamientos legales.

 

IMPUESTOS

El aumento de impuestos repercute en el dinamismo del sector empresarial, sobre todo cuando los fondos públicos no se destinan a nutrir la economía salvadoreña.

 

POLÍTICA

La polarización frena el desarrollo de proyectos que fomenten la competitividad en el país, y esto afecta la imagen de El Salvador en el mercado internacional, señala el informe.

 

10 Escalones

Según el FEM, el país perdió 10 escalones respecto a la posición registrada en la edición anterior, cuando llegó al lugar 95.

 

105 Posición

En la escala del ICG 2016, El Salvador se ubica en el puesto 105, de un promedio de 138 economía de todo el mundo.