La institución reporta que las remesas familiares representaron ingresos por $508.19 millones durante junio, $45.3 millones adicionales a los $462.94 millones del mismo mes en 2019. “Este resultado se atribuye a la fase de desconfinamiento de los Estados Unidos y a la reducción en su tasa de desempleo respecto a los meses de abril y mayo”, indicó la institución en su informe.
Las remesas representan el sostenimiento para 396,000 hogares salvadoreños, pero debido al endurecimiento del confinamiento en Estados Unidos -donde se reúne la mayor comunidad de salvadoreños en el exterior- a partir de marzo pasado comenzaron a mostrar una caída de -10.6 %, aunque su mayor impacto se observó en abril con un desplome de -40 % y -18 % en mayo.
El Banco Central aseguró que la recuperación de junio también “se asocia a la reducción de ingresos en El Salvador, lo que provoca un mayor esfuerzo de parte de los salvadoreños en el exterior para apoyar a sus familiares”.
Sin embargo, debido a la caída entre marzo y mayo, las remesas acumulan una reducción de $219.2 millones en el primer semestre de 2020. Representaron ingresos por $2,523.2 millones de enero a junio, un -8 % frente a los $2,742.5 millones registrados en el mismo período de 2019.
Las remesas procedentes de Estados Unidos totalizaron $2,420.1 millones, equivalente al 95.9 % de todos los envíos y muestran una reducción de $183.3 millones (un -7 %) comparado al mismo período de 2019.
Los envíos de los salvadoreños en Canadá también mostraron una reducción de -2.5 % en el primer semestre de 2020 al totalizar $24.4 millones, mientras que las remesas desde España se contrajeron -11.3 % al llegar a $9.9 millones y los ingresos procedentes de Italia mostraron un desplome -26 % con un monto de $8.8 millones.
Un golpe a la pobreza
Debido a la caída de las remesas, tanques de pensamientos y organismos internacionales previeron que la pobreza se agudizaría en El Salvador e incluso la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió que la situación es tan grave que puede ocasionar que cinco de cada 10 hogares que dependen de estos ingresos queden en esa situación.
El Banco Central indicó que todos los departamentos sufrieron una caída en los ingresos por remesas, excepto por San Salvador que vio una tasa positiva de 0.6 %. En tanto, los hogares de Morazán registraron el mayor descenso con una reducción de -15.6 % y La Unión con una desplome del -12.5 %, y por la zona norte Chalatenango reportó una caída de -12 % y Cabañas de -11.7 %.
Los municipios con mayores reducciones corresponden a Santa María Ostuma en La Paz; Citalá en Chalatenango; San Gerardo de San Miguel; San Fernando de Chalatenango; y Salcoatitán en Sonsonate. En estas localidades, según el BCR, los hogares percibieron una caída de sus ingresos por remesas familiares entre -60 % y -64.3 %.