La Fundación Renacer, creada por el empresario salvadoreño Ricardo Poma y sus hijos, firmó ayer una alianza con Scotiabank para brindar oportunidades de capacitación y empleo a jóvenes salvadoreños, a través del programa Creando Esperanza.
El programa, creado por Fundación Renacer en 2014, atiende a jóvenes que residen en casas hogar, brindándoles capacitaciones técnicas y habilidades blandas para facilitarles su primer empleo.
Fernando Poma, vicepresidente de Fundación Renacer, explicó que las leyes salvadoreñas obligan a los jóvenes a salir de la protección de estos espacios una vez alcanzan los 18 años, pero en la mayoría de los casos carecen de los medios básicos para subsistir dignamente.
“Con Creando Esperanza buscamos dar esperanza a estos jóvenes, suplir ese vacío entrenándolos en un oficio básico para que después tengan oportunidad de encontrar un empleo”, aseguró.
Hasta la fecha, el programa ha garantizado un empleo para todos sus beneficiarios, además de brindarles capacidades blandas, formarlos en educación financiera, inglés, valores y asistencia psicológica, creando un modelo integral “que asiste las necesidades económicas y emocionales”, afirmó Poma.
El presidente de Scotiabank en El Salvador, Lázaro Figueroa, aseguró que la entidad está comprometida con desarrollar acciones positivas que beneficien a las comunidades en las que tiene presencia y “especialmente con iniciativas enfocadas en contribuir a desarrollar el potencial infinito de la niñez y la juventud salvadoreña”.
Como parte de su apoyo, agregó, Scotiabank donará inicialmente $5,000 para financiar el alojamiento y transporte de los jóvenes que beneficien con el programa.
Una oportunidad
Juan Carlos Zúniga, beneficiario de Creando Esperanza, dijo que tenía 15 años cuando escuchó por primera vez del programa, aún viviendo en las instalaciones de la casa Hogar Monseñor Óscar Romero.
Desde los tres años -cuando ingresó a la casa hogar- hasta culminar su bachillerato, no estaba seguro de su vocación. Sin embargo, al iniciar su preparación profesional en el área de mantenimiento del Hotel Real Intercontinental, “entendí lo que quería lograr”.
Ahora, estudia cuarto año de Ingeniería Industrial en una universidad y forma parte de los más de 100 beneficiarios de Creando Esperanza.
Para escoger a los jóvenes que participan del programa, Renacer se apoya de 16 casas hogar, que a su vez seleccionan a los aspirantes para recibir un curso de 12 meses en áreas de servicio al cliente, mantenimiento o servicios, de acuerdo a los intereses del beneficiario.
Este sistema ha permitido graduar tres generaciones: la primera promoción con 17 jóvenes, la segunda con 31 y la última hasta ahora, que proyecta dar empleo a más de 60.