La baja preparación del capital humano y los altos niveles de informalidad en la economía representan los principales retos para El Salvador en la era de la cuarta revolución industrial, de acuerdo con un estudio publicado por el Grupo del Banco Mundial (BM).

La multilateral publicó su Informe sobre el desarrollo mundial 2019, titulado “La naturaleza cambiante del trabajo”, enfocado en analizar la evolución acelerada del mercado laboral que cada vez está más determinado por la tecnología.

En el último siglo, las máquinas han reemplazado a los humanos en muchas tareas. La tecnología, no obstante, ha creado más trabajos de los que ha desplazado, según el BM.

Sin embargo, los riesgos persisten para aquellas economías que no logren adaptarse a estos cambios: el informe destaca que, para evitar la pérdida masiva de estos puestos de trabajo, los gobiernos deben invertir más en las personas desde la primera infancia y en formación continua durante su vida adulta.

Habilidades como resolución de problemas, pensamiento crítico, la empatía y la colaboración, son cada vez más demandadas por los empleadores de todo el mundo, debido a que las tareas simples están siendo ejecutadas por robots.

Además, señala el estudio, “la tecnología está cambiando cómo la gente trabaja y los términos bajo los que trabaja”. En lugar de contratos duraderos, la digitalización favorece trabajos con empleos no tradicionales y trabajos esporádicos, sobre todo a través de plataformas en línea, y de manera independiente.

El auto empleo, los salarios informales sin protección social y baja productividad, son constantes en las economías emergentes; sin embargo, ahora afectarán también a los países más ricos, y aumentarán su peso sobre las economías con mayor informalidad, en regiones como América Latina.

 

Retos para El Salvador

El informe del Banco señala que solo uno de cada cinco trabajadores pertenece al sector formal en la economía salvadoreña, donde la naturaleza cambiante del trabajo podría complicar aún más la situación de los empleados en cuanto a protección social y derechos laborales.

Estos cambios causados por la tecnología, agrega, “cambian el patrón de los empleados obteniendo beneficios de los empleadores, a directamente demandar beneficios del Estado”, por lo que ampliar la base tributaria será esencial para dar protección social a los trabajadores.

“Para ajustarse a la naturaleza cambiante del trabajo, es necesario mejorar la protección social. Se necesitan nuevas formas de proteger a las personas, independientemente de su situación laboral”, añade el reporte.

En cuanto a la demanda de habilidades socio-conductuales, El Salvador también tiene importantes obstáculos. Este tipo de preparación es cada vez más solicitada por empleadores de todo el mundo, y específicamente en El Salvador, “más de la mitad de las firmas reportan pocos trabajadores con habilidades sociales específicas, tales como compromiso laboral”, destaca el Banco.



El Banco Mundial sugiere estas acciones a los gobiernos



Origen

Los gobiernos deben invertir en primera infancia para garantizar que los trabajadores del futuro dispongan de habilidades sociales, y otras demandadas por el mercado laboral. Además, debe darse importancia al aprendizaje constante en la vida adulta, para ayudar a los trabajadores a adaptarse a los cambios tecnológicos.



Apoyo técnico

Con la revolución tecnológica, cada vez habrá más trabajadores independientes, en múltiples empleos. Las economías con alta informalidad tendrán problemas para dar sostenibilidad a sus políticas de protección social; por ello, los gobiernos deberán apostar por cobertura que no dependa de un trabajo formal.



Capital

Muchas economías necesitarán mejorar sus sistemas tributarios para conseguir recursos adicionales que les permitan, en primer lugar, invertir en capital humano, políticas de desarrollo, y el impulso a la protección previsional universal, así como la inclusión.