El Salvador adoptó el dólar estadounidense como segunda moneda en un madrugón de la Asamblea Legislativa con los votos a favor de los diputados de ARENA, PCN, PDC y PAN, en contra estuvo el FMLN y el CDU. La Ley de Integración Monetaria, como se denomina, entró en vigencia hasta el 1 de enero de 2001 y suponía una convivencia con el colón salvadoreño.
Diario El Mundo documentó en su edición del 1 de diciembre de 2000 las negociaciones y abucheos en el madrugón legislativo. El entonces secretario técnico de la Presidencia, Juan José Daboub, “no se cansaba de repetir” que no era una dolarización sino una integración monetaria; el diputado Horacio Ríos manifestaba que le daba tristeza “cuando piensan que el dólar es el demonio”, o el legislador Dagoberto Marroquín, del PCN, dijo en ese momento que “el campesino es el que más dólares tiene”.
A finales de la década de 1990 se popularizó la dolarización en América Latina. El economista Luis Membreño, quien se oponía al cambio fijo en ese entonces, recuerda que en 1995 se planteaba hacer un paquete de medidas que incluían una caja de convertibilidad como en Argentina, bajar los aranceles a cero y subir el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
A partir de la entrega en vigencia, el BCR, quien imprimía el colón, cambió su rol a un agente regulador del sistema financiero, generador de estadísticas y asesoría del Gobierno. |
La medida se continuó negociando en la administración de Francisco Flores, hasta que se aprobó en diciembre de 2000 con el apoyo del Banco Central de Reserva (BCR), dirigido en ese momento por Rafael Barraza. Membreño asegura que la dolarización se hizo porque “se tenía miedo que el FMLN llegara al poder en algún momento y fuera irresponsable con la política monetaria y eso generara una inflación y que emitiera moneda sin control”.
La mejor decisión y la experiencia ha sido excelente. El país no tiene solo la tasa de inflación más baja, sino que, además, tiene la tasas de interés más bajas”.
Manuel Hinds
Economista impulsor de la dolarización
¿Fue la mejor decisión?
Para Manuel Hinds, exministro de Hacienda y considerado el “padre de la dolarización”, fue la “mejor decisión y la experiencia ha sido excelente”. Su optimismo se fundamenta, explica, porque el dólar le ha permitido a la economía mantener la más baja tasa de interés para créditos por la solidez del sistema financiero.
Antes del dólar, El Salvador mantuvo su cambio fijo del colón en 8.75 por dólar. La tasa de interés era alta frente a la moneda estadounidense y se temía la devaluación del colón salvadoreño, por lo que los inversionistas exigían una prima de riesgo como “compensación” para mantener activos en colón.
Hinds cita una evaluación del Fondo Monetario Internacional (FMI), realizada 10 años después de la dolarización, que encontró que “el sistema había funcionado mejor que en los vecinos de Centroamérica (Panamá usa el dólar de EE. UU.)”. El economista asegura también que el dólar permitió mantener las tasas de interés del sistema financiero en la crisis por covid-19, no así para el cupón que recibe el Gobierno por emitir deuda, y esto se debe a que el riesgo no aumenta para el sector privado.
Hinds señala incluso que el proceso permitió que el país no sufriera una peor caída en su riesgo país por el impago vivido en 2017 y permite cierta tranquilidad en el mercado, pese a la crisis de la caja fiscal actual. “Todo está en desorden, pero lo que no está en desorden es la moneda y el sector financiero porque el dólar, que es firme, lo está protegiendo”, asegura.
En ese mismo renglón, Membreño considera que la dolarización le generó beneficios a la banca y también a los usuarios, en el sentido que se amplió el plazo para los créditos productivos por hasta 30 años y se permitió que los niveles de interés pasaran de un 20 % con el colón a menos de 6 % para las empresas. “Sí trajo beneficios importantes en tipo tasas de interés porque se elimina el riesgo de tipo de cambio”, explica.
Hinds también descarta que la crítica que la dolarización no permitió que El Salvador lograra tasas de crecimiento más aceleradas que el resto de la región. Por su parte, el economista Membreño considera que las tasas de bajo crecimiento no “es problema de la dolarización sino de la matriz productiva”.
La dolarización le generó beneficios a la banca y también a los usuarios (…) Se permitió bajas las tasas del 20 % y después llegamos a menos de 6 %”.
Luis Membreño
Economista
¿Es una opción desdolarizar?.
Ambos economistas concuerdan que desdolarizar sería la peor decisión que podría tomar la administración de Nayib Bukele. Membreño, quien reconoce que no estuvo a favor del proceso en su inicio porque prefería un tipo de cambio flexible, indicó que la perspectiva del dólar da tranquilidad al mercado y los usuarios.
Ejemplifica que pedirles a las personas que entreguen sus dólares por colón generaría temor y podría ocurrir en algún momento salida de depósitos. “Dolarizar es fácil, desdolarizar no es una decisión fácil y tiene consecuencias importantes”.
Revertir la dolarización implicaría definir una nueva moneda o volver al colón salvadoreño. Una medida que se popularizó con el inicio de la pandemia del covid-19 debido a la crisis fiscal y supondría un escape a los países con más deuda porque permitiría que impriman su propio dinero para cubrir los gastos del Estado.
Hinds, en tanto, considera que retirar de circulación el dólar “sería lo más tonto del mundo”. Explica que de poco serviría emitir en otra moneda si la deuda del Gobierno es contraída en dólar. “Sería mucho peor porque la nueva moneda se devaluaría horriblemente y entonces se tendría que la deuda seguiría siendo cada vez más grande relativa a lo que se produce”, indica.
Por parte del Gobierno, tanto el exministro de Hacienda, Nelson Fuentes, como el nuevo titular de la institución, Alejandro Zelaya, aseguraron que no negocian ni tienen en el radar desdolarizar.
A favor
- Interés: La dolarización redujo las tasas de interés y generó ahorros para el sector público y privado. Esto, según un análisis del FMI de 2011, responde a que la política monetaria de Estados Unidos está más calibrada respecto a El Salvador.
- Integración: Ya que El Salvador adaptó el dólar estadounidense, le permitió mayor integración comercial y se consolidó como principal socio para las exportaciones salvadoreñas. Además, se tiene ingresos por el flujo de remesas familiares.
En contra
- Crítica: Una investigación del Banco Central de 2012 encontró que la dolarización genera mayor volatilidad del producto (por la ausencia del tipo de cambio para estabilizar ciclos económicos) y un menor manejo de la situación fiscal.
- Bajo crecimiento: Se sostiene que la dolarización no permitió que El Salvador lograra tasas de crecimiento más aceleradas que el resto de la región, aunque mantuvo un patrón estable. Los economistas, en tanto, consideran que es problema de producción.