Una semana después de la aprobación del Presupuesto General de la Nación de 2019 por la Asamblea Legislativa, la agencia emitió un comunicado este viernes en el que informó su decisión de cambiar de “CCC+” a “B-” la calificación crediticia soberana de El Salvador de largo y corto plazo. En tanto, mantuvo su evaluación de “AAA” para las transferencias y convertibilidad.
Para la calificación soberana le asignó una perspectiva estable, por lo que no se esperan cambios a la baja o alza a corto plazo. La actualización del perfil crediticio refleja, agregó la agencia, la aprobación por parte de la Asamblea de contratar financiamiento para honrar los compromisos por $800 millones en Eurobonos que vencen en diciembre de 2019.
Este consenso fue paralelo “a la aprobación del presupuesto de 2019, que incluye requisitos de financiamiento adicionales para cumplir con otros vencimientos de deuda y pagos de intereses”, indicó la agencia.
Luego de tres meses de negociación, el viernes pasado las fuerzas políticas llegaron a un consenso y aprobaron el Presupuesto General de la Nación de 2019 por un monto de $6,713.2 millones, incluyendo la aprobación de un dictamen para la emisión de $1,297 millones, incluidos los $800 millones de bonos.
Además se incluye un aviso para que el pleno legislativo apruebe en 2019 la colocación de $286.45 millones en pago de un anticipo de Eurobonos que se vencen hasta 2034, pero que se emitieron con la condición de que los inversionistas puedan reclamar el saldo en 2019.
“La trayectoria de la deuda de El Salvador se ha estabilizado tras los menores déficits fiscales que S&P espera se mantengan durante los próximos tres años. Sin embargo, la flexibilidad monetaria limitada, una economía débil y una cultura de pago de deuda dañada restringen las calificaciones”, remarcó la agencia calificadora.
Dará confianza
La calificadora de riesgo destacó que, con la aprobación del financiamiento, se alivió la incertidumbre sobre la capacidad y voluntad de El Salvador para honrar sus obligaciones financiaras en el mercado internacional. Esto, agregó, “ayudará a aumentar la confianza de los inversionistas en los próximos años”.
S&P vaticina un desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) para este año de 2.3 %, en similares dígitos al previsto en 2017.
“El crecimiento del PIB históricamente bajo se ha visto impulsado por una baja inversión, una alta emigración, una competitividad débil y un estancamiento político”, agregó la calicadora.
¿Qué consideró la agencia para elevar el perfil?
Deuda
La calificadora señaló que un menor déficit fiscal “debería” mantener niveles moderados de los requisitos de financiamiento en los próximos tres años. Asimismo, señaló que los pagos de intereses se observarían por “debajo del 15 % de los ingresos del gobierno general en 2019-2021, en promedio”.
Polarización
La agencia indicó que el ambiente político “históricamente polarizado” ha dificultado la toma decisiones en el Congreso salvadoreño, pero con la aprobación del financiamiento para la deuda se alivió la incertidumbre “sobre la capacidad y la voluntad del Gobierno para cumplir con sus obligaciones”.