La plataforma se fundó en San Francisco, Estados Unidos, en 2010. Incursionó en El Salvador en el primer semestre de 2017. Para su primer aniversario de operaciones, en mayo de 2018, la compañía contaba con más de 2,000 socios conductores y en la actualidad esta población ya suma 3,300 salvadoreños aliados, detalló Carolina Coto, gerente de comunicaciones de Uber Centroamérica.
“En menos de dos años logramos expandir nuestra operación al oriente, en San Miguel, y occidente del país en la ciudad de Santa Ana. De acuerdo con nuestros informes, El Salvador es uno de los países de Centroamérica que figuran en la lista de 15 naciones con mejor calificación promedio en la región Latinoamericana, gracias al servicio que prestan los socios conductores”, manifestó Coto.
Estos conductores brindaron un servicio a 131,000 usuarios salvadoreños en el segundo trimestre de 2018, detalló la compañía.
Uber funciona bajo el modelo de economía colaborativa y, a través de una aplicación móvil, una persona solicita la reserva de un vehículo para su traslado y el socio tiene la opción de aceptar o rechazar.
Sin embargo, dentro del mercado salvadoreño se registró en el último año un incremento de quejas por cancelaciones de los conductores al registrar el pago del servicio vía electrónica.
La vocera de Uber detalló que las cancelaciones por discriminación en el método de pago se ha reducido hasta un 65 % al incorporar tecnología de detección automática de lenguaje en los mensajes, así como aseguró que “vamos a seguir trabajando para que esa problemática se reduzca al mínimo”.
“La aplicación de Uber ahora cuenta con un proceso que nos permite detectar mensajes que se refieren al método de pago. Utilizando esta tecnología, se han tomado acciones internas que han permitido disminuir en 65 % las cancelaciones por método de pago, esto como parte de nuestro compromiso con los usuarios de ofrecer una experiencia de viaje de cinco estrellas”, agregó.
Las operaciones en El Salvador se encuentran monitoreadas desde el Centro de Excelencia Uber (CoE), ubicado en la capital de Costa Rica, donde el equipo de la compañía controla la gestión de respuestas e investigación de incidentes.
En el mercado salvadoreño, la empresa también sostiene una alianza con la organización Crime Stoppers International para promover denuncias anónimas.