Venta de gas licuado sin subsidio afecta a los consumidores

Al menos dos empresas envasadoras de gas licuado de petróleo (GLP) se sumaron ayer a la decisión de algunas tiendas que desde el lunes suspendieron la venta del producto a precio subsidiado, por los atrasos en los pagos por parte del Gobierno.

Desde muy temprano, los consumidores salvadoreños resintieron la suspensión de este descuento que los llevó a pagar $11.07 por un cilindro de gas propano de 25 libras que antes les costaba $6.50.

Guadalupe Flores, dueña de un pequeño negocio de comida, explicó a Diario El Mundo que consume un cilindro cada dos días, pero que el Gobierno solo le entrega subsidio por un tambo a la semana.

“Nos dan nada más un tambo y para la comida de la casa también gastamos. Si nos quitan hasta eso, nos van a poner la situación más difícil”, manifestó.

Asimismo, María Dolores Sosa, ama de casa y cabeza de familia, afirmó que aunque gasta solo uno o dos cilindros durante todo el mes, “el gas ha estado subiendo gradualmente”, y agregó que aunque no consume mucho, estas alzas afectan la economía de su hogar.

Desde el 1 de septiembre, los consumidores debieron pagar $0.92 más que el mes anterior por adquirir gas propano. Ahora, sin el subsidio, “el impacto es mucho mayor”, agregó la consumidora.

El Ministerio de Economía (Minec) explicó entonces, en su comunicado mensual sobre los precios del gas propano, que debido al incremento de los precios del petróleo, la subvención que haría el Gobierno a los hogares beneficiados sería mayor. Ahora no tiene fondos para pagarlo.



Dinero retenido

Varios actores de la cadena de distribución de GLP dejaron de aplicar el subsidio al vender el producto desde hace algunos días, cuando, según ellos, las cooperativas y bancos dejaron de restituir el dinero a los mayoristas.

David Morales, vendedor de Zeta Gas, afirmó que desde el 14 de septiembre dejó de entregar el subsidio “porque el Gobierno no quiere pagar”, y explicó que, por haber vendido el cilindro de gas con descuento, ahora tiene ese dinero “retenido” en el banco.

“Si nos ponemos a pensar en ‘mañana tal vez dan el subsidio’, no podemos vender así. Ahorita tenemos $300 que no podemos sacar de lo que ya entregamos”, explicó.

Por su parte, Morena Pineda, distribuidora independiente, afirmó que dejó de dar el subsidio hasta ayer que constató en los medios que las compañías venderían sin subsidio. Asimismo, manifestó su preocupación por el dinero que dejará de percibir, al menos hasta que el Gobierno cancele su deuda a las gaseras, por los subsidios que ya entregó.

“A la gente no le alcanza para comprarlo a precio normal, y por eso nosotros también vendemos menos. También porque nos retienen el dinero que ya dimos nosotros para los subsidios de estos días. (...) Hemos evaluado dejar de vender... No nos es rentable”, agregó.