Nuestro país está sufriendo la peor crisis de criminalidad de su historia. El quinquenio superará los 20 mil homicidios fácilmente y nuestars ciudades siguen siendo de las más violentas de América Latina. No podemos seguir usando las mismas estrategias y quizás los mismos hombres para combatir la criminalidad. Las jefaturas policiales han sido las mismas por casi 25 años y evidentemente no han funcionado con la eficiencia y los resultados esperados.
Es igual la situación económica, no va a mejorar si seguimos atizando la confrontación, generando incertidumbre e inventando cargas impositivas sin fomentar la producción o atraer inversiones indispensables para el país.
El Salvador necesita un cambio de actitud de la sociedad entera, un cambio de visión de su liderazgo. Recordando una vez más a Einstein, que decía que “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Es hora de mostrar la nuestra.
