En la última semana del año recién finalizado, la Federación de Empresarios del Transporte Inversiones y Negocios (Fecoatrans) amenazaron con paro del transporte colectivo debido a las nuevas exigencias que la Asamblea Legislativa aprobó el 22 de diciembre pasado para que los buseros y microbuseros puedan acceder al subsidio estatal.

Todos tenemos claro que el transporte público de pasajeros ha sido históricamente un verdadero caos en el país. Las unidades dejan mucho que desear y es habitual que los motoristas acumulen multas o incluso no tengan licencias de conducir, una muestra del desorden y de la impunidad del sector. Todo eso lo saben los propietarios de las unidades y son cómplices de esas actuaciones.

Las nuevas condiciones para acceder al subsidio son el camino correcto para ordenar el transporte. Por ejemplo, impone un sistema GPS y un sistema de recaudo electrónico, el cobro de la tarifa autorizada y el cumplimiento del plan general operativo, respetar recorridos, horarios, paradas, frecuencia, tarifas, número de viajes, origen y destino. Parece que eso le incomoda a la gente de Fecoatrans.

Hay otras exigencias que durante años se han saltado los transportistas y que merecen ser aplicadas con urgencia: La revisión técnica vehicular y emisión de gases cada seis meses, la solvencia de multas, solo permitir conductores autorizados y tener los permisos vigentes, así como respetar la antigüedad permitida y además brindar el servicio como mínimo 21 días en un mes calendario.

¿Eso es lo que no quieren cumplir? ¿Por eso amenazan al paro? Realmente es una vergüenza que amenacen para seguir con su comportamiento irresponsable.