El dirigente opositor venezolano Julio Borges ha anunciado su renuncia como comisionado de Relaciones Exteriores del gobierno autoproclamado liderado por Juan Guaidó y ha abogado por una reestructuración política de la oposición.
"Yo voy a dejar el cargo que he tenido hasta ahora para dar esta lucha de desmantelar y transformar las cosas para volver a construir un proyecto, un camino y una unidad", ha explicado Borges en rueda de prensa a través de Zoom. La renuncia se hará formal el próximo martes.
En cuanto a Guaidó, Borges ha afirmado que "no puede pensar en vegetar en una posición, tenemos que sacudir y reconstruir el espacio de unidad". "Confío en que haya sensatez", ha espetado, al tiempo que ha señalado que los venezolanos son los únicos que tienen la tarea de reconstruir el liderazgo.
Para Borges, la presidencia interina que ocupa Guaidó solo debe quedar para asuntos en el extranjero como la disputa por el oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra. Juan Guaidó no puede convertirse en parte del problema: "Debe reflexionar", agregó.
Borges, también fundador y coordinador nacional del partido Primero Justicia, ha afirmado que el gobierno de Guaidó se ha "deformado" y ya no supone un instrumento para salir de la dictadura. Así, ha reconocido una pérdida de legitimidad por "errores" y escándalos y ha mencionado en concreto la investigación por blanqueo de capitales abierta en Colombia a la empresa venezolana Monómeros.
Hay que reformar el gobierno interino, que tenía sentido para salir de la dictadura. Pero se ha deformado y, en lugar de ser un instrumento para luchar contra la dictadura, es un fin en sí mismo (...). Es una casta que se ha burocratizado". argumentó.
"La noción de gobierno interino tiene que desaparecer. No podemos seguir con una burocracia de casi 1,600 personas. El gobierno interino ya quiere perpetuarse", ha aseverado.
Así, ha explicado que ha solicitado derecho de palabra a la Asamblea Nacional paralela elegida en 2015 y con mayoría opositora para plantear propuestas para la reforma del sistema antes del 4 de enero, fecha límite para reformar el estatuto de transición. Si no se hacen estas reformas, tanto el gobierno como la presidencia interina desaparecerán, ha asegurado Borges.
Por otra parte, Borges ha abogado por una "reconstrucción" de la lucha de la oposición. "Perdimos apoyo internacional porque ha habido demasiados errores y escándalos. Pusieron nuestro caso en la nevera. Necesitamos un espacio interno de movilización de lucha, de los partidos y la sociedad civil. Hay que acumular la fuerza para tener legitimidad dentro y fuera", ha indicado.