Por la puerta de Café Fulanos siempre cruza un extranjero. Los fotógrafos, artistas, universitarios e intelectuales, también son comensales habituales. El lugar tiene un aura especial. Está ubicado frente a uno de los costados del Teatro Nacional, cerca de la cripta, en Catedral, donde reposan los restos de monseñor Romero, en el corazón del Centro Histórico de San Salvador.

El negocio lo dirige Carlos Zamora, director general, y Sergio Aguirre, jefe de la marca de Café Fulanos. ambos incursionaron en este modelo de negocio: de ofrecer un servicio de Bistro y Café Bar, con los más altos estándares, pero sobre todo, ser una empresa promotora del arte y la cultura local. Café Fulanos ya alberga exposiciones de fotografía y ha sido sede de conciertos de trova. El local fue perfectamente diseñado para brindar a los visitantes distintas sensaciones y momentos, tanto de intimidad, como también momentos especiales para compartir con los amigos.

“Estamos siempre en un proceso de documentar nuestros procedimientos para robustecer la marca siempre con la misión de ser gestores de cultura, porque no queremos un ambiente comercial, al contrario, queremos ambientes cálidos ricos en cultura”, dijo Carlos Zamora, director general y co propietario de Café Fulanos.