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Detroit, la amada ciudad de Aretha Franklin, tiene todo listo para decir adiós este viernes a la legendaria cantante estadounidense con un funeral en el que estarán presentes grandes figuras de la política y de la canción.

La "Reina del Soul" murió a los 76 años el 16 de agosto como consecuencia de un cáncer de páncreas.

El expresidente Bill Clinton y el cantante Smokey Robinson, entre otros, hablarán en el Templo Greater Grace, donde tendrán lugar las exequias.

El evento, al que se puede asistir solo por invitación, se extenderá por seis horas y será sobre todo un gran tributo musical, que contará entre otros con Stevie Wonder y Ariana Grande.

El público podrá ver el sepelio en directo por internet o a través de una pantalla gigante instalada cerca de la iglesia.

"Creo que va a ser un oficio muy alegre (...), lleno de alegría", dijo el obispo Charles Ellis, pastor en el Templo Greater Grace, antes de que comenzara el servicio religioso que dará inicio al evento.

"Creo que habrá momentos de tristeza, momentos de alegría, momentos de risa, habrá bailes", dijo a la AFP. "Va a ser completamente volcado a ella y a cómo nos ha deleitado con su música gospel".

La diva será enterrada en el cementerio Woodland junto con su padre y sus hermanos.

- Reina indiscutible -

La noche del jueves, más de 40 artistas llegaron a la escena en Detroit para interpretar las mayores éxitos de la legendaria cantante durante un gran concierto de homenaje.

Las entradas, que fueron gratuitas, se agotaron en pocos minutos para este concierto al aire libre en el anfiteatro del Chene Park Amphitheatre, un recinto para 5.000 espectadores en el que se presentó la propia Aretha Franklin.

Los Four Tops, Dee Dee Bridgewater y Angie Stone desataron el entusiasmo de los asistentes al interpretar "Freeway of Love", un himno en Detroit, así como las ineludibles "Say a Little Prayer" y "Respeto", con las que se cerró el espectáculo, cantadas al unísono por todos los artistas.

Un coro de gospel, un guiño al debut musical de la "Reina del Soul" en la iglesia de su padre, expastor, también celebró su inmensa carrera de seis décadas, que la convirtió en una de las artistas más respetadas de Estados Unidos.

Este concierto puso fin a tres días durante los cuales miles de fanáticos desfilaron ante su féretro, primero en el Museo H. Wright Charles dedicado a la historia de los negros estadounidenses, el martes y el miércoles, y luego en la New Bethel Baptist Church el jueves.

La Iglesia Bautista New Bethel fue un lugar importante para Aretha Franklin: no sólo su padre ofició allí, sino que ella organizó cenas de Navidad y Acción de Gracias para los feligreses y personas necesitadas, e incluso grabó un álbum.

Indiscutible reina del soul, Aretha Franklin fue una de las voces más grandes de Estados Unidos y una figura emblemática de la comunidad negra, que ha marcado a generaciones de artistas.