El cortometraje salvadoreño “El Pueblo te Hizo Santo”, dirigido por el catedrático de la UCA, Ferrán Caúm se lanzó el jueves 11 de octubre y ha conmovido al reproducir parte del gran mensaje de Monseñor Romero.
Caúm cuenta con gran prestigio, a nivel internacional, con su trabajo. En el 2016, presentó en la trigésima edición de los Premios Goya el cortometraje “Víctimas de Guernica” que clasificó como Mejor Cortometraje de Animación.
Caúm, mister en animación con plastifica, reveló todos los detalles de la realización de su último proyecto:
¿Desde cuándo comienza la creación del del cortometraje ¨El Pueblo te Hizo Santo¨?
El cortometraje El pueblo te hizo santo comienza cuando salta la noticia de la canonización de monseñor Romero. Todavía no se sabía cuándo sería, si en octubre o en enero.
Cuando beatificaron a monseñor Romero yo estaba de director de Audiovisuales de la UCA y me quedé con muchas ganas de hacer algo.
Ten en cuenta que cuando fue el XX aniversario de monseñor Romero Audiovisuales de la UCA fue uno de los puntales en producción de material de difusión sobre monseñor por encargo de la Fundación Romero. En ese entonces se empezaba a hablar abiertamente de monseñor. Con la beatificación intentamos hacer una buena cobertura del evento buscando nuevos enfoques, etc. Pero siempre me quedó la espinita de no haber producido nada desde la animación. Por eso cuando aparece la noticia de la canonización, aunque el tiempo era corto, me comprometí hacer algo.
¿Cómo fue el proceso creativo?
Del proceso creativo que me preguntas, hay varias aristas que confluyeron hasta concretarse. Por un lado, abordar el guión teniendo muy presente el poco tiempo disponible y siendo consciente de la lentitud de la producción en plastilina. El contenido estaba bastante claro, pues son muchos años produciendo material de monseñor, escuchando a la gente sobre su experiencia con monseñor y reflexionando sobre su figura y su mensaje.
El reto era el tiempo. Incluso busqué otras técnicas más "operativas" de animación, pero al final llegué a la conclusión de que lo mío era la plastilina y que la gente esperaba plastilina, después de la experiencia de cortometraje anterior, Víctimas de Guernica.
Con esas premisas claras, calculando el tiempo aterricé el guión.
¿Cuáles son los detalles de la producción?
Una vez con el guión claro, establezco tres premisas que han de permitir iniciar el proceso de producción con garantías: contar con el involucramiento de Cecilia Frachia, colega argentina que vive en Barcelona, con ella trabajamos allí juntos y ella domina la técnica de animar figuras que hablan, moviendo los músculos (no cambiando bocas). Ella me había hecho el monseñor que habla en Víctimas de Guernica (producción que optó Mejor Cortometraje de Animación en los Premios Goya). Necesitaba dos monseñores más.
La otra premisa era el involucramiento de alumnos y alumnas de los talleres de animación. Necesitaba gente que supiera y que pudiera orientar a otros.
Por último, necesitaba tiempo personal. Si la UCA me reducía mi carga de clases, tendría tiempo. Si la UCA no se involucraba, pediría permiso para poder hacer el corto. Nunca mejor dicho, el tiempo es oro.
Todo ello al servicio de un guión pensado para ser un homenaje a monseñor, producido de manera abierta, con la máxima participación de la gente y para todo el mundo. Nada de comercializar, nada de difusión selectiva. Desde el primer momento era un proyecto abierto para todos, al servicio de todos. Las redes sociales pasaron a ser importantes.
Todas las premisas se dieron. Cecilia participa, los alumnos y alumnas se emocionan, la UCA apoya y se constituye un equipo de estudiantes que me ayudarán con las redes sociales. Se instala el espacio de animación en la UCA (la remodelación del edificio había trastocado los espacios del departamento) y se empieza el trabajo.
El otro punto clave para mí y creo que después para todos era tener el título del cortometraje. Me reuní con los estudiantes que me apoyaban en redes sociales (Mabel, Laura y Doris) y les expuse mi inquietud y mis posibles ideas de títulos. No nos gustaba ninguno en especial. Les mencioné el poema del obispo Pere Casaldáliga y lo leímos juntos. De golpe, al terminar nos miramos en silencio y enseguida supimos que el título era El pueblo te hizo santo. Lo revisamos, le dimos vuelta, pero el título estaba ahí, era ese. Ha gustado mucho, ha anclado el espíritu del corto y nos ha motivado a seguir a pesar de muchos contratiempos.
¿Cómo manejó ese reto?
El reto era grande, pero la gran ventaja era que el guión se construyó tomando en cuenta algunos planos ya producidos para Víctimas de Guernica. Hemos tomado planos del corto, uno se ha restaurado quedando perfecto y dos son inéditos, que nunca se utilizaron. Con esto, ya había parte del cortometraje avanzado. Para los demás, se inició un proceso de investigación documental para los referentes visuales y se realizó el desglosé de la animación. Simultáneamente, se organizaba el primer evento abierto de modelado. Nunca lo habíamos hecho tan abierto. Para Víctimas de Guernica lo habíamos organizado de forma puntual, pero esta vez era más abierto y general. Sensacional el apoyo del equipo de la biblioteca de la UCA, donde realizamos los dos eventos. Delegué en Leticia Girón liderar los eventos e hizo un trabajo increíble, junto a los facilitadores. En el primero, más de 70 personas llegaron. En verdad monseñor Romero, convocaba y movilizaba. Los objetivos del corto se conseguían.
Y luego el segundo evento, durante el mundial. El destino hizo que coincidiera con un partido de Argentina en el mundial de fútbol. Junto a otros factores, hizo que se redujera el número de gente. llegamos a 30 personas.
En los eventos se creaban colores, se modelaban pequeños modelos y se hacían las bases de los decorados (la capilla del hospitalito, la sala de enfermos, etc.)
Gracias a la gestión de Mónica organizamos un evento más "privado" con jóvenes de la parroquia de Aguilares, para modelar las bases del decorado del asesinato del P. Rutilio Grande. Fueron 10 jóvenes llenos de entusiasmo.
Con todos los facilitadores: Claudia, Angélica, Emmanuel, Jesús, Nancy, Rebeca y yo se pulían y se avanzaban los decorados. Ya se empezaba a sentir la presión del tiempo y en las agostinas se inicia la animación.
Siempre con las redes sociales, la gente podía hacer seguimiento de todo el proceso de producción.
Y, por último, se tenía claro que el corto debía viajar a Roma. Y así ha sido gracias a Dios. Nunca fue el reto principal, pero si se podía dar, que bueno. El reto fue terminarlo antes de la canonización.
¿Podría detallar la parte técnica de la realización?
La técnica de animación es el stop motion hacer fotografías de una figura u objeto, al que se le cambia la posición y que, al pasar las fotos seguidas, da la ilusión del movimiento). Esta técnica se puede hacer con plastilina, con arena, con papel, con muñecos articulados, etc. La plastilina comunica muy bien, trasmite mucha sensibilidad y eso hace la animación en plastilina una sensación única. Su flexibilidad, textura y colorido, la hace muy buena para la animación. Lo difícil es su delicadeza, que se deforma y se puede llegar a romper.
¿Dónde se proyectará el documental o dónde puede ser adquirido?
El corto se estrenó el jueves de esta semana en un pequeño evento. Ahora ya está disponible en las redes, se pasará por televisión, se mostrará en la cobertura de la canonización. Siempre gratuito y con la ilusión de que llegue a todo el mundo.
No se trata de una gran película cinematográfica, es un pequeño homenaje, sentido, con la ilusión de que al vernos nos sintamos convocados al servicio y al compromiso desde el Romero que llevamos en nuestros corazones.
De manera personal, ¿Cómo ha tocado su vida el mártir Romero?
Este es un homenaje a Monseñor. Él es una figura central en mi vida y fue. Es el motor de estar acá en El Salvador.