El testimonio desgarrador de seis mujeres de la Zacamil, ahora le dan voz a una obra de “teatro social” que no solo cambia sus vidas y rompe el círculo de violencia y discriminación social al que fueron sometidas, también entre trozos de drama y comedia le abren el corazón a aquellas mujeres y jóvenes que buscan una oportunidad en medio de la desesperanza.

Así, después de poner en escena más de cien veces “Si vos no hubieras nacido”, La Cachada Teatro ha emprendido una gira de recaudación para continuar este proyecto que les permitió “reconstruir vidas” y buscar nuevos escenarios para llevar su mensaje a otras mujeres en El Salvador y también al resto del mundo.

“Cuando las conocí ellas me contaban sus historias que representaban la vida de muchas mujeres, y ver lo que el teatro ha hecho que ellas estén sobre un escenario y que sus voces hablen de más voces. Eso sobre todo fue lo que más me motivó”, recuerda Egly Larreynaga, directora de esta compañía de teatro, quien comenzó este proyecto dentro de una muestra en donde madres solteras y vendedoras informales habrían sido convocadas para integrar un taller de autoestima, organizado hace cuatro años por la Asociación Centros Infantiles de Desarrollo (CINDE), que les proveía de servicios de guardería para sus hijos, mientras ellas se ganaban la vida.



“Sus historias eran valiosas y eran de las que muchas veces en El Salvador no se conocen”, asegura Larreynaga, quien al igual que las mujeres de La Cachada está decidida a que el proyecto siga. Por eso hace una semana esta joven actriz y directora agradeció el apoyo y la promoción que un grupo de mujeres empresarias le ofreció a La Cachada Teatro para presentar su obra a empresarios y organizaciones que puedan ayudar, y a través de esta obra permitir que otras salvadoreñas que enfrentan la maternidad, la violencia y la injusticia social, puedan romper ese círculo y cambiar no solo sus vidas, también la de sus familias.

Fue así como las empresarias Anna de Borja, Alexandra Araujo, Irene Bustamante, Carla de Vanegas, Isabel Barahona, Fermina Cárdenas, Emperatriz Mayorga y Lucía de Sola, ahora también inspiradas por La Cachada, pudieron convocar a 300 invitados que al final de la presentación ovacionaron a estas féminas que ya no temen ni se avergüenzan contar sus historias sobre las tablas.



Las protagonistas

“El teatro a mí me encontró sin valor, sin metas, sin sueños, sin saber de lo que era capaz. Con mucha impotencia, amargura... (Ahora ) yo veo un lugar al que no volveré, y a la vez me sirve porque si yo no hubiera pasado por todo eso yo no tendría nada que contar en las obras que estamos haciendo. No tendría qué demostrarle a la gente que está pasando por lo mismo que se puede salir, y para mí eso es algo muy importante”, admite Ruth Vega, una de estas actrices de su propio testimonio.

Por ahora estas mujeres que se dedican a la venta de tortillas, elaboración de tamales, pan, ventas de detergentes y a la crianza de sus hijos, esperan que su mensaje cale en escenarios internacionales como el de España, a donde irán en octubre para representar a El Salvador.

 

Actrices de su propia Historia

El elenco de La Cahada Teatro Lo integran: Wendy Hernández, Magaly Lemus, Magdalena Henríquez, Ruth Vega, Marian Santamaría y Evelyn Chileno