El diseñador belga de la icónica marca estadounidense, ya en su segundo año en esta casa, es uno de los mayores éxitos de esta Semana de la Moda de Nueva York que sufre de una crisis de identidad y presenta una disminuida agenda este año.
Ruby Sterling diseñó el set otra vez. Los galpones, adornados con obras de Andy Warhol, evocaron el espíritu de los pioneros en su viaje hacia el oeste en una habitación con el piso lleno de palomitas de maíz hasta el tobillo.
La modelo del momento, Kaia Gerber, de 16 años, surfó la pasarela, observada por sus orgullosos padres Cindy Crawford y Rande Gerber.
Simons dijo que la colección es una evolución de su mirada de Estados Unidos, esta vez con referencias al descubrimiento, a la carrera espacial de los años '60 y la era de la información en el siglo XXI.
Dijo que sus creaciones son sobre la libertad y la democracia y enumeró 50 palabras en vez de 50 estados que incluyeron pionero, bombero, pradera, industrial, sueños y por supuesto, palomitas de maíz.
La ropa era modesta, con faldas largas y ropa interior amplia. Sombreros inspirados en hiyabs protegían el cabello y el cuello de las modelos, a veces cubiertas en túnicas.
Hubo también una onda socorrista, con abrigos y pantalones naranjas, rayas fluorescentes en chaquetas, botas gigantes por encima de la rodilla en negro brillante y blanco y suéters extra grandes.
También guiñadas a Estados Unidos como colchas de retazos y franela escocesa. Todo muy original, pero no muy ponible.
- Romance retorcido -
La actriz y cantante Selena Gómez, actual rostro de Coach, fue la invitada de honor en primera fila. Vestía una chaqueta de cuero negra y un vestido largo y floreado, capturando el espíritu de romance de esta colección gótica, entre el bosque y la ciudad.
Pero aunque el "romance oscuro, retorcido" fue uno de sus temas, no hubo señales de sus idas y venidas con Justin Bieber, otra vez su pareja, aunque le duela a su familia según reportes de prensa.
Las modelos desfilaron en una suerte de bosque en penumbras, en un clima de película de terror con picos de hielo seco al final de la pasarela, hojas de otoño que crujían bajo los pies y troncos de árboles desnudos.
Hubo vestidos floreados largos, transparentes, negros y naranjas y mucho cuero: chaquetas de estilo cowboy con tachas, mochilas y botas al tobillo.
Coach también lanzó inmediatamente a la venta su cartera "Dreamer" (soñador), una palabra en mente de muchos estadounidenses en estos tiempos. Así se conoce aquí a los cientos de miles de jóvenes inmigrantes traídos ilegalmente por sus padres a Estados Unidos, amenazados de deportación por el gobierno Trump.