El músico Miguel Bosé ha presentado sus memorias, 'El hijo del Capitán Trueno' (Espasa), reconociendo que le habría "gustado ser conocido en el mundo entero, como Julio Iglesias", aunque también se da por satisfecho con la fama alcanzada a lo largo de su carrera.

"Es verdad que soy muy conocido en América y algunos países de Europa, pero después se acabó: me paseo por Asia y soy un blanco más", resaltó el autor de 'Amante bandido', quien no obstante ha explicado que en su día a día hay mucho de reconocimiento y "más selfies que autógrafos".

"En los países en los que soy conocido hay reglas y límites, lo único que antes eran autógrafos y ahora selfies y yo prefiero los primeros, porque hay días malos", añadió.

'El hijo del Capitán Trueno' aborda los años de la infancia y la juventud de un Miguel Bosé temeroso de su padre Luis Miguel Dominguín y arropado por varias personas cercanas, desde su madre Lucía Bosé hasta el pintor Pablo Picasso, amigo de la familia. Esta primera autobiografía concluye en abril de 1977, con su primera actuación en público en el Florida Park de Madrid.

"Pensé que era bonito explicar la infancia en primera y tercera persona para entender lo que ocurrió después: uno es fruto de lo que le pasa en la adolescencia", ha señalado el músico, insistiendo que de esa parte de su vida es "inédita, porque hay muchas fotos pero faltaba el relato".

A manera de profundizar en su historia, Bosé reconoce que la relación con su padre tuvo un punto de inflexión después de un safari a África en que el comportamiento del torero hacia su familia fue terrible. "Ahí fue algo liberatorio, porque supe que no tenía sentido pelear más", ha asegurado, para rescatar una anécdota posterior que demuestra que se le dio la vuelta a la tortilla.

"Un día mi padre cogió un taxi, se giró el taxista y le dijo: 'yo a usted le conozco, es el padre de Miguel Bosé'", ha señalado con humor. Bosé ha explicado que a día de hoy vive "en una casa más convencional" en la que tiene "justamente todo aquello que faltó" en su infancia. "Tengo que recuperar los abrazos perdidos", ha indicado.

El libro también habla de otras personas que rodearon a su familia, como Ava Gardner.