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Generaciones enteras de niños en todo el mundo han crecido aprendiendo el abecedario y los buenos modales con las marionetas entrañables de "Plaza Sésamo", el célebre programa televisivo que a sus 50 años disfruta una popularidad a prueba de todo.

Para el aniversario, el show será investido con los mayores honores de la cultura estadounidense: el prestigioso Kennedy Center lo elevará al panteón de los grandes artistas del país en una ceremonia este domingo en Washington.

Desde su debut en noviembre de 1969, "Sesame Street" (Calle Sésamo), ha sido difundido o adaptado en más de 150 países y múltiples idiomas.

Pero el mensaje, que se estima 86 millones de niños estadounidenses han absorbido a lo largo de las décadas, es el mismo: la importancia de la educación, la inclusión, la aceptación y la bondad.

Las aventuras de Beto, Ernesto, Elmo, acumulan 189 Emmys, la gloria de la televisión estadounidense.

Su éxito puede explicarse en dos palabras: instrucción gratuita.

"Sesame Street" es el vástago de dos productores que buscaban usar la televisión para transmitir valores educativos básicos a los niños a través de una cautivante mezcla de actuación, canciones, títeres y risa.

"Comprendieron cómo usar la estética y estilo de la publicidad televisiva para otro propósito. Se dieron cuenta de que si en 30 segundos puedes vender pasta dental o gaseosas, por qué no enseñar a contar, el abecedario, la decencia y los buenos modales", dijo a la AFP Robert Thompson, profesor de televisión y medios en la universidad de Syracuse, especialista en la cultura popular estadounidense.

"Era una escuela muy entretenida, pero una escuela al fin", añadió.

En especial, a través de su difusión por la cadena pública PBS, una de las pocas en esa época a ser gratuita, por lo que la serie pudo llegar a niños de todos los estratos, y eso ayudó mucho a impulsar su popularidad.

"Sesame Street iba dirigido a un público que no tenía necesariamente los medios para acceder a otras formas de enseñanza", recuerda Thompson.

Y añade: "Había inmigrantes, hispanoparlantes y personas de color", un remanso de diversidad inédito en los años 70 en los medios estadounidenses.