Soon-Yi Previn, la hija adoptiva de Mia Farrow, se lanzó a la defensa de su marido desde hace dos décadas, Woody Allen, alimentando la polémica que hace un cuarto de siglo enfrenta al cineasta con la familia Farrow.

“Lo que le ha pasado a Woody es tan perturbador, tan injusto”, dice Previn, de 47 años y madre de dos hijos con Allen, en un largo artículo publicado el domingo de noche en la edición en línea de la revista New York. Son las primeras declaraciones públicas extensas sobre la pelea familiar entre el legendario cineasta y la familia Farrow.

Después de descubrir que su hija adoptiva de 21 años tenía una relación con Allen, que era desde hace años su pareja, Farrow acusó al cineasta de manosear los genitales de su hija adoptiva Dylan Farrow, entonces de siete años, pero tras investigarlo la justicia no halló pruebas suficientes como para inculparlo.

Las acusaciones contra Allen, que dividieron a la familia, han sido reinterpretadas a la luz del movimiento contra el acoso y la agresión sexual #MeToo: muchos que antes no creían a Mia Farrow y a su hija Dylan -que dice recordar haber sido abusada sexualmente por su padre- ahora sí les creen.

Pero Previn asegura que su madre adoptiva “sacó provecho del movimiento #MeToo e hizo desfilar a Dylan como una víctima”.

“Soy un paria”, dice Allen, de 82 años, en el artículo de la periodista Daphne Merkin, una amiga del cineasta desde hace cuatro décadas.

“La gente piensa que yo era el padre de Soon-Yi, que la violé y me casé con mi hija menor de edad retardada”, afirma Allen, de 82 años.

Una ola de actores y actrices se han disculpado desde el estallido del #MeToo por haber trabajado con Allen, a quien una enormidad de críticos y fans han desertado.

Previn, nacida en Corea del Sur y adoptada a los seis años por Mia Farrow, asegura que casi no tiene recuerdos buenos de su madre adoptiva.

Relata que cuando era niña la actriz le daba cachetazos o pegaba con un cepillo para el cabello, y que a veces la ponía cabeza abajo para que la sangre le llegara a la cabeza y se tornase más inteligente.

Dylan Farrow, su hermano Ronan Farrow -el periodista que reveló varios escándalos de agresión sexual en la revista The New Yorker, que le valieron un Pulitzer- y otros seis de sus hermanos emitieron el domingo un comunicado conjunto en el cual apoyan a su madre.

“Amamos y apoyamos a nuestra madre, que siempre ha sido cariñosa y generosa. Ninguno de nosotros presenció otra cosa que no fuese un trato compasivo en nuestro hogar, y por eso las cortes otorgaron a nuestra madre la custodia total de todos sus hijos”, dijeron.