Entusiasta sobre los desafíos de la vida, Francisco Antonio Castro Quinteros, su verdadero nombre, cuenta que debido a la pandemia perdió su empleo en el área de mantenimiento de una cadena hotelera, pero que decidió ocupar esta mala racha para preparar su canción y trazarse el camino de su sueño como cantante, el cual comenzó a construir hace un año y medio.
“Por el momento mi único trabajo es la música. Estaba trabajando en un hotel en ingeniería en mantenimiento pero con lo de la pandemia cerró el hotel y me quedé sin trabajo, así que mi única dedicación por el momento es la música”, dice un pausado Tony C.
Sus apoyos artísticos dicen han llegado desde su familia y también del productor colombiano Juantunix quien se encarga de darle los retoques finales a su talento.
Con tan solo 19 años asegura que la música le devolvió la paz a su vida en momentos en el que no la estaba pasando bien. Dice que la encontró “cuando tenía varios problemas y despuesito de que me salí de la escuela” secundaria, de la que prefiere no hablar.
“La música me ayudó mucho a concentrarme en mí mismo, en mejorarme… me trajo mucha paz y mucho amor. No ha sido fácil”, confiesa Castro Quinteros.
Hasta el momento ha escrito y producido cinco temas musicales, los primeros con argumentos vivenciales y reflexiones sociales interpretadas en rap libre o “freestyle”, los siguientes han sido mas románticos y con bases urbanas cercanas al reguetón.
Hoy regresa al estudio a preparar dos nuevos temas, cuyos videos espera poder firmar en Las Vegas en agosto próximo, “después de esos dos temas saldrá un tema en inglés, saldrá también un rap de nuevo, para que la gente pueda identificarse con mi música”.
Dice que la pandemia frustró sus planes de viajar a El Salvador para volver a su pueblo natal Sensuntepeque, de donde “extraño las comidas, cuando estaba allá iba a una cancha que le llamábamos La Ceibita… extraño a mis amigos con los que salía allá, a mis tías, a mis primos, a todos mis familiares”, incluyendo a su madre y a su hermano, cuenta este joven promesa de la música.