La comunidad Altamira es de alto riesgo por la ubicación cerca del río Chagüite.


Unas 35 familias originarias de la comunidad Altamira viven desde hace cinco meses en el Centro Escolar San Rafael, en Soyapango, luego de que la tormenta Amanda destruyera sus viviendas y convirtiera la zona en un barranco.

Hace cinco meses, luego del paso de las tormentas Amanda y Cristobal, "hubieron promesas de darles $10,000 por vivienda, por parte del Ejecutivo, esto no se ha podido cumplir", manifestó Juan Pablo Álvarez, alcalde de Soyapango, ante la problemática que aqueja a la comunidad Altamira.

A pesar de las promesas, el alcalde junto a representantes de la comunidad destacaron que poseen una solución, la cual se enfoca en adquirir propiedades en la zona de Vista al Lago, de la mano con el Ministerio de Vivienda, para que esta cartera de Estado, por medio del Fondo Nacional Vivienda Popular (Fonavipo), compre esas casas al Fondo de Saneamiento y Fortalecimiento Financiero (Fosaffi), para que las personas puedan pagar las propiedades mensualmente.
Las familias han expresado que están en toda la voluntad de pagar, es decir, de agarrar las viviendas en préstamo y ellos pagar las cuotas, que en este caso, que Fosaffi considere que son las oportunas (viviendas)’’. Juan Pablo Álvarez, alcalde de Soyapango.

Actualmente las 105 personas originarias de la comunidad son apoyadas por la comuna de Soyapango, ya que estos le proporcionan no solo albergue, sino además alimento, pañales para bebés, vitaminas para las mujeres que se encuentran en gestación, entre otros recursos.

A pesar de esto, el miedo de los habitantes surge porque las clases iniciarán en marzo próximo, y no tienen un lugar al que movilizarse cuando esto acontezca.

Es por esta situación que algunos residentes están optando por regresar a la comunidad Altamira, a pesar de considerarse por los mismos como inhabitable.
Ahorita unas cinco o diez familias (han regresado,) y las hemos querido detener pero ellos se han ido, y es una zona de riesgo ahí, al llover se derrumba, y ya hubo un muerto ahí’’. María Inés de Valdez, habitante de la comunidad Altamira.

El alcalde de Soyapango destacó que tenían la alternativa de utilizar el Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (Fodes), para adquirir las viviendas abandonadas que los habitantes de Altamira han localizado, a través de Fosaffi, pero que debido a la falta del Fodes ‘’no se puede respaldar la operación’’.

El alcalde y los habitantes de la zona afectada realizaron el llamado a las autoridades para que se les apoye y se les incluya dentro de los damnificados de Amanda, Cristobal y los provocados por Eta.

Junto a estas 35 familias afectadas por Amanda y Cristóbal, se encuentran 30 familias más de los condominios Atonal, ubicados en el albergue Amatepec, y 14 familias que han sido ubicados en la comunidad 15 de marzo, estas últimas albergadas por prevención a deslizamientos de tierra zonas cercanas al río Acelhuate.