“Estamos muy contentos porque después de tres meses se logró la rehabilitación de este puente que beneficiará a la población guatemalteca y salvadoreña”, dijo Aldo García, ministro de comunicaciones del hermano país, según la Agencia Guatemalteca de Noticias.
Para la rehabilitación, El Jobo necesitó de 17 millones de quetzales. Permitirá la circulación de 500 vehículos livianos, diariamente, además del transporte de pasajeros y turistas.
El reforzamiento y mejoras del puente, permitirá que pase sobre él transporte pesado de hasta 10 toneladas.
Mientras se construía el nuevo puente, las autoridades salvadoreñas y guatemaltecas construyeron un puente provisional de 90 metros de logitud para continuar con el paso comercial.
Según un informe de inspección realizado por Obras Públicas, una de las losetas del antiguo puente, a 12 metros del centro con dirección Guatemala, estaba fracturada hacia el apoyo extremo que se localiza aguas arriba del Río Paz.