Foto David Alfaro


Aunque en las redes sociales hay un ¡BOOM! de fotos de ballenas jorobadas en las playas salvadoreñas, ellas no solo han aparecido este año y el pasado, sino que a lo largo de la historia han estado presentes en el territorio salvadoreño entre los meses de diciembre y marzo.

Para conocer más sobre la visita de los cetáceos en El Salvador, conversamos con José Baires, un consultor marino y buzo, quien además está impulsando un "Turismo responsable", como el mismo le llama, en la zona de Los Cóbanos, en Sonsonate.

-¿Por qué?

Las ballenas jorobadas nos visitan entre los meses de diciembre y marzo porque en las aguas en la región donde vive se vuelve escaso el alimento.

-¿De dónde provienen?

Las ballenas que visitan las costas de El Salvador provienen de una región cercana la frontera entre Canadá y Alaska. La especie puede llegar hasta Panamá. Un dato importante es que nunca se encontrarán las ballenas que habitan cerca del Polo Norte con las del Polo Sur, ya que las primeras no pasan de las aguas que rodean Centroamérica y las del Polo Sur llegan hasta las costas de Colombia.

Eso sí, la mayoría de la población de las ballenas jorobadas, aproximadamente 10,000, migra hacia las costas de Hawaii y Asia.

 


-¿Por qué vienen a El Salvador?

Para aparearse o para que sus crías nazcan. Generalmente no lo hacen para alimentarse, ya que comen en sus aguas de origen, generalmente krill plancton y otros peces pequeños, que acá en El Salvador no hay mucho.

La gestación de las ballenas es de 11 meses.

-¿Dónde pueden ser vistas?

En todo el litoral de El Salvador. Es más habitual verlas en el Área de Conservación Los Cóbanos, al occidente del país. Esta zona tiene 207 kilómetros cuadrados de extensión. Se estima que puede porque este lugar posee un arrecife rocoso coralino.

-¿Hay viajes para verlas?

Sí, hay viajes todos los días. Incluso, se puede llegar a la zona de Los Cóbanos y pedir a los lancheros que te lleven mar adentro. De acuerdo con Baires, hay unas 200 lanchas a disposición del público.

Sin embargo, se recomienda que se escoja una embarcación que esté en buen estado y lleve chalecos salvavidas para los que se subirán a la embarcación.

Ya estando en el mar, en la zona donde están las ballenas, se pide que la lancha esté apagada, para que el ruido del motor no las moleste. Recuerde, a usted no le gustaría que lo molesten mientras corteja.



-¿Se puede nadar con ellas?

Sí. Pero, lo recomendable es mantenerse a distancia. En El Salvador hay recomendaciones para el avistamiento de cétaceos (lee el manual). Baires aconseja no perturbarlas, sino respetarlas. El especialista cuenta que las ballenas, incluso, el cuenta que sienten las vibras de cada persona y eso podría hacer que en el encuentro con las ballenas sea más cercano de lo planificado.

También debe tomar en cuenta que las ballenas nadan y pueden tener inmersiones de hasta 15 minutos, por lo tanto pueda que vea alguna o no o que incluso, solo la vea salir del agua una sola vez.


-¿Son agresivas?

No. Como a todo animal, solamente responden al comportamiento del intruso que está en su territorio. Así que si no las molestan, su experiencia de observación será agradable.

Baires explica que ellas son bastante sensoriales, por tanto hay que llegar con buenas vibras y relajados para disfrutar del espectáculo.

https://www.facebook.com/DavidAlfaroFoto/videos/1811999045763843/

El especialista cuenta que él ha tenido la oportunidad de nadar con ellas. En una ocasión, cuatro se acercaron bastante y dos "se levantaron", dejando su dorso descubierto.

"Ver que llegan las cuatro, se detienen y que dos de las cuatro se hayan parado fue una experiencia increíble", relata Baires.

Se recomienda que las embarcaciones guarden distancias prudenciales de entre 100 a 200 metros a la zona donde están las ballenas.

-¿Cuánto pueden medir y pesar las ballenas jorobadas?

Las hembras pueden llegar a medir hasta los 16 metros, los machos pueden llegar a medir 14 metros y pesar 50 toneladas. Para alimentarse necesitan al menos 3,000 libras de comida al día.

Foto David Alfaro