El exprocurador para la Defensa de los Derechos Humanos entre 2007 y 2013, Óscar Humberto Luna, expuso que actualmente El Salvador tiene “un cuadro grave de violaciones a derechos humanos”, y que incluso se está “retrocediendo” con los mismos.

“Yo considero de que hemos retrocedido en materia de vigencia de los derechos humanos, retroceso que como digo viene desde gobiernos anteriores y en diferentes momentos se van consumando formas propias de violación a derechos humanos”, dijo.

En el tema de inseguridad señala que “sigue siendo un problema serio” donde las comunidad y familias se ven vulneradas con dichas acciones delictivas.

“Mientras no hayan políticas públicas que definan claramente hacia dónde vamos y qué es lo que esperamos, difícilmente podemos enfrentar las diferentes formas delincuencia o incluso de diferentes formas de cometimientos violatorios a derechos humanos”, enfatizó.
Es importante que reflexionemos cada uno de nosotros qué es lo que estamos haciendo y cómo estamos haciendo para contribuir al respeto de los derechos humanos”. Óscar Humberto Luna, exprocurador de DD.HH.

El director ejecutivo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Saúl Baños, señaló que derechos como el de la información es uno de los que más regresividad presentan, sobre todo por la pandemia por covid-19 que el país vive desde hace casi dos años.

El último informe de labores 2020-2021 del procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, José Apolonio Tobar, indicó que entre el 1 de junio del 2020 y el 30 de abril del 2021, el 78 % de las denuncias recibidas provenían del área central del país.

Además, el derecho más denunciado por categoría fue el civil, con un 58 %; seguido de los derechos económicos, sociales y culturales con un 25 %. Sin embargo, el derecho específico más denunciado fue el del trabajo, tras señalarse 347 veces.

La miembro de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz, Silvia Juárez, expuso que en el caso de mujeres existe una brecha de desigualdad, en conjunto con violencia física, sexual y económica impiden una autonomía; y en los niños “victimización sexual siempre tiene una alta incidencia”.