Feligreses católicos y devotos de la Virgen de Guadalupe se reunieron desde tempranas horas del pasado domingo en la Basílica de la Ceiba de Guadalupe para brindar sus ofrendas y veneraciones por los favores y milagros cumplidos.

Cada 12 de diciembre se celebra el Día de la Virgen de Guadalupe, para conmemorar la aparición de la madre de Jesucristo en el cerro del Tepeyac, México un 12 de diciembre de 1531.

 

Largas filas de ingreso a la Basílica.


Desde tempranas horas de la mañana se empezaron a formar largas filas en la entrada de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, los feligreses año con año llevan sus ofrendas florales, presentan sus peticiones y agradecimientos a la Virgen.

“Soy fiel creyente que si se pide a la Virgencita con fe, ella cumple nuestras peticiones. Mi promesa con ella es que mientras tengamos vida traeremos sus flores en acción de gracias por nuestra salud y la de nuestros hijos”, dijo Karen Ramírez.


Medidas y restricciones.


En las entradas y salidas principales de La Ceiba de Guadalupe estaba a disposición el personal de la iglesia en coordinación con agentes municipales de Antiguo Cuscatlán para verificar el orden y que las medidas de bioseguridad se cumplieran conforme a la exigencias del Ministerio de Salud.
Mi promesa la virgen es que mientras tengamos vida traeremos sus flores en acción de gracias por nuestra salud y la de nuestros hijos”. Karen Ramírez, feligrés

“La entrada al templo es un poco lenta por la cantidad de personas que pueden entrar y por el protocolo que se hace en la entrada, sin embargo, creemos que es necesario para todos seguir las indicaciones para que el próximo año podamos estar en una mejor situación que la que estamos viviendo por el Covid”, dijo Stephany Carballo, joven devota de la Virgen Morena.


Una estancia corta y segura.


Todos los que quisieran entrar a la Basílica tenían que acatar las medidas de salud que se estaban exigiendo, como el uso correcto de la mascarilla y pasar por el área de desinfección y toma de temperatura de las entradas de iglesia.
Este año venimos a agradecerle a la virgencita por la salud que nos brinda y por la vida de nuestro hijo de cuatro meses”. Esposos Martínez Garza, feligreses

Asimismo, personal del Orden y Disciplina de la iglesia indicaron que la estancia de los visitantes dentro de la Basílica era corta, con el objetivo que todos pudieran tener oportunidad de dejar sus ofrendas y realizar sus oraciones y de la misma forma evitar aglomeración de personas.