Monseñor Rafael Urrutia estima que la población también debe contruibir a un clima libre de violencia. / DEM


La pobreza y la inseguridad son los principales factores que motivan al pueblo salvadoreño a migrar, estimó ayer monseñor Rafael Urrutia, canciller del Arzobispado de San Salvador.

“La pobreza y la inseguridad es lo que más empuja a las personas a emigrar. Ojalá que los países en la región pudiesen hacer todos los esfuerzos para que todos tengan satisfechas sus necesidades, sobre todo crear condiciones para que exista una seguridad que garantice la vida en el país”, manifestó monseñor Urrutia durante la tradicional conferencia dominical.

Agregó que el deseo de la comunidad cristiana es que la sociedad salvadoreña pueda tener sus necesidades de vida suplidas, con un trabajo digno y estable, más una situación de justicia y seguridad.

En otro tema se refirió a un posible aumento a los impuestos para que el Ejecutivo tenga un mayor flujo de ingresos, y aseguró que “se afectaría a los más pobres”.

Para monseñor, “los que tengan más, que paguen más. Se debe favorecer a los más pobres. Yo entiendo que haya necesidad de recursos en este país, la iglesia lo entiende”. Por ello, reiteró su postura que “se debe poner impuestos diferenciados para los distintos sectores de la población”.

También se instó a las autoridades a tener misericordia para con los privados de libertad que en razón de buen comportamiento y condiciones de salud delicadas, puedan gozar de un estado de libertad total o condicional.

Pero, aseguró que “la iglesia es respetuosa del ordenamiento jurídico del país”.