La jueza de menores, Doris Luz Rivas Galindo, reprochó el avance que las instituciones han tenido en materia de enfoque de género, en los últimos años desde la aplicación de leyes especiales.
La juzgadora ejemplificó actualmente, al momento de interponer una denuncia las autoridades persisten en prejuicios de género.
Rivas señaló lo anterior con el caso Véliz Franco versus Guatemala, que trata de una niña de 15 años desaparecida en 2021 y cuando el padre fue a denunciar, las autoridades le aseguraron que se escapó con alguien.
Y lo comparó con el caso de una menor que desapareció el fin de semana pasado, que al denunciar le dijeron lo mismo a la madre; exhortó a evaluar si en 20 años hay evolución en las instituciones o siguen con las mismas prácticas.
“Digo esto porque al final, me pregunto, ¿qué necesitamos realmente? porque creo que lo tenemos todo, tenemos muchas cosas pero lo que necesitamos es un cambio de actitud y eso no se arregla ni con capacitaciones sino que es un trabajo de sensibilidad, de compromiso institucional”, expresó la jueza.
Rivas Galinda señaló que al momento de recibir una denuncia pasa a ser un deber del Estado, no a alguien en específico.
Creo que lo tenemos todo, tenemos muchas cosas, pero lo que necesitamos es un cambio de actitud y eso no se arregla ni con capacitaciones”. Doris Luz Rivas Galindo, jueza de menores
Alza en violencia sexual en menores.
Otro punto que destacó Rivas, es el alza de casos de menores de edad víctimas de violencia sexual y la poca atención que se le pone a estos.
“Yo recién he regresado al Juzgado Primero de Menores y me encuentro con que una cantidad de casos en su mayoría son niñas abusadas sexualmente y tiene que ver con el tema de la pandemia, yo ya me fui a sentar con el alcalde del municipio y le dije: esto está pasando con menores y es entre familia”, afirmó.
Recordó que el Estado tiene convenios internacionales qué cumplir, aunque expresó que faltan algunos que ratificar como la Convención contra la Tortura, pero que “falta de compromiso no existe”.
Finalmente, aludió a las instituciones a poner como prioridad el derecho a la vida e integridad de las personas, más con aquellos grupos vulnerables como mujeres y la niñez, e instó a los titulares de las instituciones a “una transformación real”.
“Hemos avanzado, hemos hecho, ojalá no nos estanquemos, ojala que sigamos transformando nuestras instituciones pero transformémonos también nosotras y nosotros creo que eso es importantísimo porque trabajar con estos temas no es solamente salvar un salario sino es realmente visibilizar y generar buenas prácticas”, sostuvo la jueza.