Según Munguía, el testigo criteriado de la Fiscalía fue preparado para declarar sobre otros temas. / Marcela Moreno


A menos de una semana que el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, manifestara que sentía “pena ajena” por el ministro de Defensa, respecto a su testimonio en el caso tregua, ayer David Munguía aseguró ayer que las declaraciones del titular del Ministerio Público “son atrevidas, malintencionadas e intimidatorias”, y reafirmó que no “se dejará intimidar”.

Por la tarde del pasado jueves, el militar declaró en el juicio “Caso Tregua”, ocurrido en 2012, cuando fungía como ministro de Justicia y Seguridad. Sin embargo, la mañana de ese día, el fiscal Meléndez restó credibilidad al testimonio de Munguía, y aseguró que sus declaraciones eran interesadas.

Al respecto, ayer, Munguía afirmó que las afirmaciones del fiscal general son atrevidas, malintencionadas e intimidatorias, “porque da declaraciones antes del juicio, trata de intimidarme a mí, y a mí el fiscal no me va a intimidar. No va a intimidar a los oficiales, a nuestros soldados, en los cuales se ensañan cada vez que hay un juicio. A nosotros no nos van a intimidar”, dijo.

Asimismo, el funcionario restó credibilidad al testigo criteriado que presentó la FiscalíaCarlos Eduardo Burgos Nuila, alias “Nalo de Las Palmas”, e indicó que éste fue preparado “para que no fuera a declarar solamente del caso”, ello respecto a las afirmaciones que vertió sobre que ARENA y el FMLN habrían concedido dinero a cambio de votos para las pasadas elecciones presidenciales.

“Quiero aclarar que inteligencia de la Fuerza Armada no tiene ninguna información que implique a los partidos de haber entregado dinero a los miembros de pandillas. Hubo reuniones, eso lo sabemos, y tenemos registrado cuándo, dónde y con quién, pero que entregaron dinero, eso no”, dijo Munguía.

Según el testigo criteriado, en la denominada tregua, dirigentes de los partidos políticos de ARENA y el FMLN habrían entregado a las pandillas, $350,000 a cambio de votos en favor de sus candidatos presidenciales, Norman Quijano y Salvador Sánchez Cerén.

Esto, para Óscar Ortiz, vicepresidente de la República, no es un tema para distraer al Gobierno salvadoreño, ya que está en manos del sistema judicial. “Este Gobierno y este equipo de seguridad no se va a distraer en otros temas que no le corresponden. Está en el campo judicial, en una relación con la Fiscalía. Esperamos que se haga de manera profesional, evitando que esto vaya a distraernos más con un tema de carácter preelectoral”, dijo Ortiz.