El Juzgado de Segunda Instancia de San Francisco Gotera, en Morazán, intimó esta mañana al coronel José Antonio Rodríguez Molina por los delitos de tortura, desplazamiento forzado y desaparición forzada por la masacre de El Mozote.
También fue intimado el coronel Roberto Antonio Garay Saravia, a través de sus abogados, debido a que él vive en Estados Unidos.
El juez dijo en la audiencia de intimación que son acusados del delito de tortura, esto porque las personas fueron privados de libertad y torturados "a efectos de tener información sobre actividad o presencia subversiva en esa zona". El juez dijo que Eugenio Mejía es una de las víctimas y testigos de la matanza, que fue privado de libertad y torturado. A Raíz de esto, quedó ciego.
"También se ha incluido como delitos de tortura, el acto, de violaciones que surgieron dos víctimas de esos hechos. Ellas fueron violadas, una de ellas, por tres efectivos del mismo batallón Atlacatl y una de ellas por cinco efectivos. Los nombres desde luego se mantienen en reserva, por razones de dignidad e integridad", dijo el juez.
El juez dice que una de las víctimas de violación estaba embarazada y que los soldados se mofaban de ella, mientras la violaban.
Esta mañana, también les han imputado el delito de desaparición forzada y de desplazamiento forzado, y los ha calificado como delitos de carácter permanente.
"Este delito surge también desde luego de las declaraciones de testigos y víctimas las cuales ellos han incorporado información al proceso, la cual al cotejarla con los reconocimientos y las pericias forenses y antropológicas hechas por el equipo argentino de antropología forense, muchas de las personas familiares de estos testigos tienen hasta este día, calidad de desaparecidos", dijo.
Se espera que esta mañana también sea intimado el coronel Natividad Cáceres, en el juzgado primero de paz de Santa Tecla, quien fue el segundo al mando del batallón Atlacatl y asesor de Domingo Monterrosa.