El homicidio del soldado Edgar Henríquez Acosta fue perpetrado el 8 de agosto de 2015, en la comunidad Rutilio Grande, en el municipio de San Martín, 18 kilómetros al este de la capital salvadoreña.
Los pandilleros fueron identificados como Jonathan Salvador Campos Castillo y Henry Alexander Valencia Ventura, quienes operaban en la comunidad Rutilio Grande, indicó el Ministerio Público.
En lo que va de 2016 unos 64 uniformados, de los que 44 eran policías y 20 militares, han sido asesinados, principalmente cuando se encontraban de licencia.
El Salvador registró hasta el mes de octubre una disminución de más de 1.000 homicidios en comparación con el mismo lapso del 2015, pero la baja se ha visto empañada por esta ola de asesinatos.
Entre enero y octubre anteriores, la nación centroamericana registró 4.585 asesinatos, un 18,4 % menos que los 5.622 de ese periodo de 2015.