Feligreses de Zaragoza oraron afuera del juzgado. / W. Urbina


El sacerdote José Adonay Chicas Campo, quien dirigía la iglesia Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, La Libertad, continuará su proceso judicial en prisión domiciliar y el pago de una fianza de $15,000, según resolvió, ayer, el Juzgado de Primera Instancia de esa localidad.

La defensa solicitó la libertad del sacerdote argumentando que padece diabetes y otras enfermedades.

Asimismo la fiscal del caso, Silvia Santos, detalló que el sacerdote de 58 años, capturado el pasado 22 de junio, podría enfrentar una pena de hasta 36 años de prisión por los delitos de agresión sexual en menor e incapaz continuada, corrupción de niños, niñas y adolescentes.

Agregó que el proceso aún se encuentra en la fase de instrucción y que el Ministerio Público ya posee pruebas del delito como el peritaje psicológico que se le realizó a la víctima, reconocimiento de genitales, análisis del celular que se presentó al momento de la denuncia, en los que se encontró una conversación entre el imputado y la víctima.

“Ya se hizo la declaración anticipada de lo que él refiere fue víctima en donde se corroboran los delitos que se cometieron por parte del imputado” agregó la fiscal.

Ante la resolución, la Fiscalía señaló que apelará ante la Cámara correspondiente.

A las afueras del Juzgado llegó un grupo de feligreses que pedían la liberación del sacerdote argumentando que no se encuentra en las mejores condiciones de salud.