La profanación de tumbas en el cementerio general de San Miguel es común, aseguran los sepultureros; algunos buscan oro, plata, joyas, otros intentan hacer santería o hechizos.
Recientemente, una sepultura fue abierta. Un empleado del cementerio indicó que se disponía a excarvar el área, cuando se percató que a 50 centímetros se encontraba una botella, y dentro de ella, estaban las fotografías de un hombre y una mujer amarrados con hilo rojo y contenían alfileres y un líquido.
Al quebrar el vidrio, el agua que contenia la botella, emanó un olor muy raro y feo". Jairo Benjamin López, quien es sepulturero en el camposanto de la Perla de Oriente.
López también aseguró que el camposanto, a veces, es visitado en horas nocturnas por personas que realizan rituales.
Uno es la prueba del puro y otro, “es que vienen y se llevan la tierra del cementerio. No es de cualquier tumba que llevan tierra, la gente ya trae los nombres de los difuntos de donde se lleva el polvo", explicó.
Ritos en el cementerio
Según los sepultureros, entre los panteones es común encontrar frascos de vidrio que guardan prendas de vestir, polvos y papeles con listados de nombres de personas, sobre quienes se cree tendrá efecto algún hechizo.
Cuentan que quienes ingresan por las noches, de forma irregular al camposanto con el afán de hacer algún rito, entran por la parte de atrás, que colinda con la colonia Kury y sus alrededores.
En ocasiones han violentado las tapaderas de los osarios generales para sustraer huesos y luego realizar algún ritual.
La migueleña Mariana Aguilar aseguró que algunos pobladores tienen supersticiones sobre rituales en los cementerios para obtener un beneficio o causar daño a alguien.
Por ejemplo, creen que la tierra de un panteón tiene energía negativa y que combinada con hierbas, líquidos y fotos, tendrá efecto sobre determinada persona, incluso en cuestiones amorosas.
Óscar Danilo García es un trabajador del camposanto y dijo que encontró dos muñecos hechos de trapo de color rojo, a un lado de una sepultura cuando cavaba la tierra, simulando un hombre y una mujer, amarrados, y traspasados con varios alfileres; además, había un vaso con agua a los pies del muerto. En el ritual habían agregado trenzas de cabello con fotografías de personas, alfileres, y trapos de color negro y rojo. “Son rituales que las personas vienen a realizar en horas de la madrugada o media noche”, relató.
Hubo ocasión que un joven vino a recoger un hueso de uno de sus amigos fallecido y se prometieron regalarse un simiente de su cuerpo.
Nosotros sólo vimos que el hombre regó un líquido en una tumba y luego nos mostró el hueso de la pierna del difunto no sabemos para que se llevaría el hueso, pero si nos consta que lo llevaba y nos quedamos asombrados". Óscar García, trabajador del cementerio.
Daños
En un recorrido por algunas áreas del Cementerio General se comprobó que varias tumbas están dañadas o les han robado estructura de metal. En una, se observó acumulación de basura y a unos metros más hay una tumba abierta y deteriorada.
El jefe de cementerio indicó que la administración ha reparado las tumbas dañadas, pero hace falta seguridad por parte de las autoridades de la Policía Nacional Civil en los alrededores del camposanto, para evitar que este tipo de personas ingrese a realizar rituales.
Una visitante al cementerio refirió que algunas osamenta y huesos de difuntos son utilizados para hacer "cosas malas". "Pedimos más control de las autoridades del cementerio en cuanto a las tumbas y de los visitantes", afirmó.
La mujer pide que en los camposantos haya más seguridad, ya que es recurrente el robo de objetos y de metales.