Vivimos en un país ubicado en medio de fallas y propenso a sismos y como no existe la manera para saber cuándo ocurrirá uno, lo mejor es estar preparado e informarnos.
De forma preventiva lo mejor es desarrollar un plan de protección y evacuación en nuestros hogares, un botiquín de emergencias y no está de más tener conocimientos básicos en primeros auxilios.
También es primordial asegurar cualquier elemento que esté en alto como libreros, estantes, roperos, o cualquier cosa que pueda caer ante un movimiento. Además, es de suma importancia hacer simulacros de evacuación, para que toda la familia conozca las medidas a tomar.
Durante un sismo lo principal es mantener la calma, para evitar accidentes; ubicarse en lugares seguros previamente establecidos o refugiarse bajo mesas o escritorios alejados de ventanas u objetos que puedan caer. Si es necesario evacuar el lugar, utilice las escaleras y no ascensores o si está en la calle o en lugares abiertos, permanezca lejos de edificios, cables del tendido eléctrico y ventanas. Si va en vehículo, reduzca la velocidad y deténgase en un lugar seguro.
Al finalizar el sismo, hay que dirigirse a las zonas de protección, manteniendo la calma, y observar si hay alguna persona que necesite primeros auxilios.
Es fundamental no tocar cables de energía eléctrica que hallan caído, sin embargo, es necesario cerrar las llaves de gas y controlar el flujo del agua. Asimismo, intente usar el teléfono solo para llamadas de emergencia e manténgase informado para conocer cualquier medida de las autoridades.
