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Personal de la alcaldía de San Salvador inició ayer la remoción de escombros en el mercado San Miguelito, luego de que este se incendiara en la mañana del 22 de septiembre.


En el lugar, comerciantes aguardaban tras una línea amarilla para ingresar en el mercado, tal como aseguraron se les había prometido una noche antes por la comuna capitalina durante una conferencia de prensa.


Pero a pesar de esto, solo se designó a representantes de cada uno de los sectores para que “tomaron videos, fotos por pasillo”, para presentarlos al resto de sus compañeros, como informó el director de desechos sólidos, Germán Muñoz .


El funcionario señaló que se continuará con la remoción de escombros hoy, apoyando en la extracción de mercadería y pertenencias de los vendedores que aún esté en buen estado.




El dolor de perderlo todo embargó a los vendedores. Gabriel Aquino

Mal estado


Sobre las consecuencias del incendio en el mercado aseguró que aún hay emanaciones de gases, sin detallar un tipo de gas, y lo que “más les preocupa” son las columnas que sostienen el techo.


“Hay emanación de gases, pero lo más preocupante es que las columnas que detienen el techo, todo lo que son las vigas hay una buena parte que está por ceder que es algo que puede afectar a tener un ingreso”, explicó en una breve intervención a la prensa.


Cuando la remoción de escombros inició, vendedores reclamaron que estaban extrayendo sus cosas y las llevarían a una bodega, cuando eso no era lo que se había acordado. Fue así como al menos cinco caminos comienzan con la labor de retirar madera, hierro y rejas que habían sido afectadas por las llamas.




Hay emanación de gases, pero lo más preocupante es que las columnas que detienen el techo, todo lo que son las vigas hay una buena parte que está por ceder”. Germán Muñoz, director de Desechos Sólidos



Debido a denuncia se procedió a entregar propietario por propietario los objetos que aún se encontraban intactos o no tan dañados, sin embargo, se informó por los vendedores que se les había notificado de una pérdida total en el sector de flores.


Tanto comerciantes como la observación periodística de este medio constataron la falta de hidrantes en los alrededores del mercado San Miguelito, algunos vendedores incluso aseguraron que sí existían pero estos fueron removidos hace 10 0 15 años.


Ahora solicitan equipar tantos los alrededores como el interior contra incendios, pues aseguraron que no habían extintores llenos, e incluso estos se encontraban solo en la zona de las cocinas.


Bomberos aún no determina la causa del incidente, y en horas de la mañana del jueves se aseguró que un 65 % de la estructura del mercado se dañó.




Me siento contenta porque el señor me guardó la vida, y algo que podamos recuperar para empezar ya es bastante, yo tenía 48 años de trabajar”. María Elena Campos, vendedora



Recuperaron pertenencias


Una de las primeras en ingresar fue Rubida Eugenia Campos, que ha pasado 26 de sus 42 años de vida dedicándose a la venta en los mercados, ella logró encontrar su biblia intacta entre los escombros, representando para ella una señal de “esperanza” ante lo ocurrido.


Rubidia recordó cómo cuando el incendio empezó, la hija de su jefa tomó de manera primordial a su nieta, dejando atrás lo material por resguardarla.


“La mitad de los años la he vivido trabajando con la niña Arely, porque ahí nos ha permitido tener a la niña de mi hija, ahí hemos tenido a la niña y pues ella y la hija de ella nos han dado la muestra de amor más grande, porque ellos no pensaron en lo material, sino que lo primero de la hija de ella fue la bebé, no les importó lo que quedaba ahí”, explicó a Diario El Mundo.


Carolina Muñoz viuda de Rivera aseguró que muchas de las propietarias de puestos que trabajan en el mercado son mujeres trabajadoras, que ahora solo piden ser instaladas lo más rápido posible, pues muchas trabajan con lo que ganan cada día.


Y aunque se les prometió un nuevo mercado, ellas incluso solicitan que se cambie el techo y se realice limpieza, porque no quieren perder sus puestos de trabajo, o dejar pasar esta época de “temporada” como el día del niño, el día de los difuntos y las fiestas navideñas.