En el calor de una discusión, Henríquez Mejía tomó un martillo y lo golpeó mortalmente. / Cortesía


El 27 de octubre del año 2019, Ángel Antonio Henríquez Martínez, asesinó con un martillo a Moisés Hernández Mejía, pero técnico de la Policía Técnica y Científica lograron encontrar la herramienta ensangrentada y cuando se hizo el análisis, el resultado determinó que la sangre en el martillo, era de la víctima.

Tras dejar inconsciente a Hernández Mejía, el imputado huyó del lugar para no ser descubierto, pero agentes policiales que patrullaban la zona lo observaron con un suéter lleno de sangre y lo detuvieron como sospechoso, ya que vecinos habían informado que habían visto que previo al hecho habían estado departiendo.

Esa prenda de vestir con residuos de sangre también fue sometida a experticias y al hacer la comparación se determinó que correspondía a la víctima. Las dos pruebas científicas fueron irrefutables por la defensa y en la vista pública, el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador condenó a Henríquez Martínez.

El hecho ocurrió el 27 de junio de 2019, en la colonia Santa María dos, del Cantón Arenal, en Ciudad Delgado, donde la víctima y el imputado estaban consumiendo bebidas alcohólicas.

Según se dijo en el juicio, ambos discutieron y forcejearon. De repente, Henríquez Martínez tomó un martillo y golpeó en la cara a Hernández Mejía, quien fue trasladado por una patrulla policial al hospital Rosales, pero debido a la gravedad de los golpes murió dos días después, producto de los múltiples traumas, según la autopsia del Instituto de Medicina Legal.